Las vacaciones 'interruptus' de Kate y Guillermo: vuelven al trabajo (solidario)

Una regata solidaria ha sido el motivo para que el príncipe Guillermo y Kate Middleton hayan vuelto a Reino Unido después de sus idílicas vacaciones caribeñas en la isla Mustique, donde se marchaban a mediados de agosto junto a sus tres hijos. Una vuelta que, además, ha tenido sorpresa, ya que la cita estaba programada para este viernes, 9 de agosto, pero que se tuvo que adelantar porque la climatología que se esperaba para el día fijado no era la más adecuada para la competición. Así que hemos podido ver a los duques de Cambridge un día antes de lo previsto.

Y ha sido en la King´s Cup, lo que viene a ser una Copa del Rey de vela, pero que muy poco tiene que ver con la que se celebra en Mallorca y que gracias a la presencia de los reyes Felipe y Letizia resulta de lo más mediática. La cita ha tenido lugar en Cowes, en la isla de Wight, y su espíritu es puramente solidario, ya que participan ocho embarcaciones que representan a ocho organizaciones que el príncipe Guillermo y su esposa patrocinan, tal y como explica Kensington Palace a través de sus propias redes sociales, donde también comparten una foto de la pareja antes de soltar amarras.

Y para dar más visiblidad a la carrera, uno y otro han tomado los mandos de sendos barcos y se han convertido en contrincantes en esta carrera solidaria, con la sonrisa en la cara a pesar del frío, el aire y tener el recuerdo del Caribe aún latente. La pareja ha acudido de lo más uniformada para la travesía en barco, luciendo piernas con unos pantalones azul marino muy acordes con el ambiente marítimo. Kate ha disfrutado mucho con sus compañeros de competición y no ha perdido detalle del avance de las otras embarcaciones que participaban en la carrera.

El atuendo era puramente deportivo, pero ni eso ha evitado que Kate Middleton luciera su anillo de compromiso, del que nunca se separa. Tampoco ha querido prescindir de los pendientes, en ese caso con forma de triángulo y ligeramente colgantes. También llamaba la atención algo que se ha convertido casi en un complemento más en sus estilismos, una tirita en su mano derecha, elemento habitual en sus manos en los últimos meses.

Guillermo y Kate retomarán sus vacaciones tras este alto en el camino. Y, casi con total probabilidad, se trasladarán a Anmer Hall, la casa que les regaló la reina Isabel por su boda y que les sirve como segunda residencia. Y otra de sus paradas será Balmoral, el refugio vacacional de Isabel II y que se convierte en visita obligada para los Windsor en verano.