Muere Cristina de Holanda: otro trágico verano para Guillermo y Máxima

Luto en Holanda. A través de un comunicado, la Casa Real ha anunciado a primera hora de este viernes que ha fallecido Cristina, la hermana pequeña de la princesa Beatriz, que desde hace un tiempo convivía con un cáncer de huesos. Una noticia que también se comunicaba en junio del año pasado por vía oficial, añadiendo que la tía del rey Guillermo consideraba que podría vivir bien a pesar de la enfermedad. Finalmente, y tras 14 meses, Cristina de Holanda ha muerto este viernes en el Palacio Noordeinde de La Haya.

El fallecimiento de Cristina ha sorprendido a Guillermo y Máxima de vacaciones en Grecia, en la casa que se construyeron en el Peloponeso. Aunque se entiende que han regresado a Holanda para despedirla, será raro que los veamos, ya que todos los actos relacionados con la triste noticia serán en privado, tanto la ceremonia, en la Cúpula Fagel del Palacio Noordeinde, como la cremación. Aún está en duda si más adelante habrá un funeral público para que tanto familiares como ciudadanos anónimos puedan despedirse de ella. Aunque la página web de la corona ha abierto un registro de condolencias para todo el que quiera mostrar sus respetos.

Cristina era la menor de los cuatro hijos de la reina Juliana y el príncipe Bernardo. Era considerada la artista de la familia. Invidente de nacimiento, la tía materna del rey Guillermo desarrolló un gran talento para la música, llegando incluso a grabar varios discos y a actuar en los funerales de sus padres, cantando algunas piezas operísticas. Un talento que tanto Amalia como Alexia, las hijas mayores de los actuales Reyes, parecen haber heredado.

Pero también ha sido una de las más polémicas de la familia. Renunció a sus derechos sucesorios al casarse con Jorge Guillermo, un exiliado cubano por el que se convirtió al catolicismo y del que se dirvorció en 1996, con tres hijos en común. Y hace solo unos meses, estuvo en el punto de mira al vender una obra de Rubens, que fue subastada en la conocida casa Sotheby´s. Aunque no estaba considerada como un bien protegido y la transacción fue completamente legal, al Gobierno no le gustó que no intentara primero ofrecerla a las entidades nacionales para que así se quedara en el país. Tampoco gustó el que quisiera deshacerse de unos adornos de cristal de Lalique que los embajadores habían regalado a sus padres, por lo que, aunque fueran de su propiedad, no se podía comerciar con ellos. Una decisión que pudo revocar a tiempo antes de que salieran a subasta.