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Mette-Marit de Noruega, un cumpleaños jugando al escondite con su enfermedad
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MUY UNIDA A SU MARIDO

Mette-Marit de Noruega, un cumpleaños jugando al escondite con su enfermedad

La mujer de Haakon de Noruega llega a los 47 años con una agenda muy reducida, una vida "mucho más tranquila" y tan enamorada como el primer día

Foto: Mette Marit de Noruega, en una imagen de archivo. (Getty)
Mette Marit de Noruega, en una imagen de archivo. (Getty)

Si hay una 'royal' que está demostrando tener mucho pundonor y espíritu de lucha, esa es Mette-Marit de Noruega, que llega a los 47 años demostrando que la adversidad no puede con ella. La mujer del príncipe Haakon, heredero del trono noruego, se convirtió en noticia mundial cuando en octubre de 2018 se hizo público que padecía una fibrosis pulmonar, una grave enfermedad que ha mediatizado su vida en los últimos tiempos, aunque ella ha dado muestras de que se encuentra bastante bien, como ha dejado de manifiesto en las redes sociales, en las que muestra imágenes de sus vacaciones practicando deportes y siempre con una amplia sonrisa, como si quisiera 'jugar al escondite' con su enfermedad.

Aunque no es muy dada a explayarse sobre el tema, Mette-Marit sí que ha hablado en ocasiones escasas y muy escogidas sobre su estado de salud y su situación actual derivada de él. En el documental 'El año con la familia real', de la televisión noruega, explicó hace unos meses cómo se siente conviviendo con esta enfermedad, que le provoca tos y falta de aire: "Mi vida ha cambiado mucho". Pero aunque la fibrosis ha condicionado su vida personal e institucional, ha sabido verle el lado positivo: "Por primera vez desde que me casé, mi vida no despierta tanta atención. Es maravilloso".

El número de actos que afronta al año se ha visto reducido drásticamente. De momento, los viajes oficiales al extranjero junto al príncipe Haakon han desaparecido de su agenda. Y los compromisos que sí cumple tienen que ser organizados y planificados con antelación. Lógicamente, tiene mucho más tiempo para disfrutar de sus hijos y de sus momentos privados, que ocupa con tranquilas caminatas o leyendo libros, una de sus grandes pasiones y uno de los pilares de su trabajo institucional: "Simplemente vivo un poco más tranquila y eso es muy bueno para mí". Durante la pandemia ha sido especialmente rigurosa con las medidas de aislamiento para evitar sustos, dado que es paciente de riesgo.

Amor intacto

En los momentos de flaqueza, ha contado siempre con el apoyo incondicional de su marido, el príncipe Haakon, quien apostó fuerte por ella cuando se enamoraron y no le importaron los escándalos que traía a sus espaldas y que para algunos la convertían en una candidata nada idónea para casarse con el heredero de la casa real noruega. Su amor sigue intacto a pesar de todo, y buena prueba de ello es el vídeo plagado de imágenes íntimas que ella le dedicó en su último cumpleaños, hace un mes.

En efecto, Haakon de Noruega supo capear el temporal cuando trascendió su noviazgo con Mette-Marit en el año 2000. La que en un futuro no muy lejano está destinada a llegar al trono de Noruega ya tenía un hijo, Marius Borg, fruto de una relación anterior con Morten Borg, quien estuvo en la cárcel por un delito de tráfico de drogas.

Son numerosos los capítulos que había protagonizado la princesa en su juventud que se airearon una vez trascendió su relación con Haakon. Mette-Marit también había dejado huella de sus inquietudes en televisión, pues había participado en un programa llamado 'Lysthuset' (La casa del placer), donde buscaba pareja estando embarazada de su primogénito. Podríamos catalogarlo de anécdota si lo comparamos con un vídeo en el que aparecía en actitud cariñosa (eufemismo) con otra mujer. Otro ingrediente en su pasado más controvertido es su supuesta incursión en el consumo de los estupefacientes. También se publicó que en la India fue detenida y deportada cuando apareció desmayada en la puerta del Consulado de Noruega en Calcuta.

Tampoco podemos decir que Mette-Marit fuera una estudiante aplicada. Empezó las carreras de Ingeniería, Antropología Social y Periodismo, pero no acabó ninguna. No sabemos si influiría en estos fracasos proceder de una familia desestructurada, ya que sus padres se separaron antes de su adolescencia y su hermano fue condenado por violencia de género. Su padrastro, al que adoraba, falleció hace apenas unos meses.

placeholder Sverre Magnus y Princess Ingrid Alexandra, con sus padres el pasado mes de julio. (EFE)
Sverre Magnus y Princess Ingrid Alexandra, con sus padres el pasado mes de julio. (EFE)

Sea como fuere, el matrimonio entre Haakon y Mette-Marit ha sobrevivido a las adversidades, incluso a capítulos como en la ocasión en la que pegó un manotazo a su marido, en 2002, después de discutir con su secretaria en un avión, por el que pidió perdón públicamente. Pero, sobre todo, han dado muestras de una unión y un amor por el que muy pocos apostaban cuando se casaron el 25 de agosto de 2001.

La salud de Mette-Marit ha sido otro elemento importantísimo en su relación de pareja porque el hijo de Harald y Sonia de Noruega ha estado a su lado con un apoyo incondicional. Recordemos que en 2008 sufrió una aparatosa caída en Ucrania que le produjo lesiones cervicales que la obligaron a ser intervenida. Además, en 2013 tuvo que ser operada de una hernia discal y en 2015 sufrió un accidente de tráfico, que le volvió a generar nuevas lesiones. Asimismo, ha sufrido problemas de oído, en su caso mucho más serios que los de su marido (en abril de este año fue operado de una exostosis de conducto auditivo, una intervención sencilla). En el caso de la princesa, la familia real noruega anunció que padece el síndrome de los cristales, un trastorno que es también conocido como vértigo posicional paroxítico benigno.

La buena noticia es que el tratamiento que Mette-Marit recibe para su fibrosis pulmonar, un grave problema crónico para cuyo diagnóstico contaron con especialistas nacionales e internacionales, según ellos mismos manifestaron, parece estar dando sus frutos.

Si hay una 'royal' que está demostrando tener mucho pundonor y espíritu de lucha, esa es Mette-Marit de Noruega, que llega a los 47 años demostrando que la adversidad no puede con ella. La mujer del príncipe Haakon, heredero del trono noruego, se convirtió en noticia mundial cuando en octubre de 2018 se hizo público que padecía una fibrosis pulmonar, una grave enfermedad que ha mediatizado su vida en los últimos tiempos, aunque ella ha dado muestras de que se encuentra bastante bien, como ha dejado de manifiesto en las redes sociales, en las que muestra imágenes de sus vacaciones practicando deportes y siempre con una amplia sonrisa, como si quisiera 'jugar al escondite' con su enfermedad.

Haakon de Noruega