Doña Letizia recupera por segunda vez la blusa más polémica de su vestidor
La Reina acudió al hospital a ver al rey Juan Carlos luciendo esta prenda de Carolina Herrera que llevaba el día de su rifirrafe en Palma con la reina Sofía
A nadie se le pasará nunca por alto la blusa de lunares de Carolina Herrera que la reina Letizia ha lucido en tres ocasiones, pero que para la memoria colectiva está estrechamente vinculada a uno de los momentos más delicados de la familia real en términos de imagen.
Nos referimos, claro está, al famoso rifirrafe entre las reinas Letizia y Sofía a la salida de la catedral de Palma tras asistir a la misa de Pascua de 2018. Una prenda del vestidor de doña Letizia a la que ella no renuncia, pese a que cada vez que aparece con ella se recuerda este episodio sobre, como confesaba su amiga Sagrario Ruiz de Apodaca en el documental 'De profesión: Reina', emitido por la televisión pública alemana, "se olvidó de dónde estaba y de quién era. Se equivocó, pero considero que la reacción fue desmesurada".
La reina Letiza se 'atrevió' a lucirla un año después en una conferencia sobre los medios de comunicación y la salud mental, celebrada en abril en Madrid y en ese momento llamó la atención que lo hiciera cuando se cumplía un año de este incidente que generó una tormenta mediática y que llevó, por ejemplo, a Marie-Chantal Miller, mujer de Pablo de Grecia, primo del rey Felipe VI, a pronunciarse a favor del emérito.
La Reina, sin embargo, parece completamente dispuesta a exorcizar esas ideas que lleva asociadas esta espléndida blusa de Carolina Herrera de lunares, que combinó con una blazer blanca, unos pantalones rectos oscuros y unos mocasines. Un look perfecto para ir a visitar a su suegro, el rey don Juan Carlos.
Vimos a una Letizia muy simpática, que saludó a los allí presentes, perfectamente conjuntada con su marido, quien, por cierto, este verano ha optado por looks más desenfadados, estampados y colores más claros de lo habitual.
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Muy sonrientes ambos, porque las noticias que habían recibido de los facultativos que atienden al Rey emérito habían sido buenas, comparecían después de unas vacaciones privadas sobre las que ha habido, como casi siempre, especulaciones pero ninguna certeza y unos días en Palma en los que se les vio en mayor sintonía y comunión con la isla que nunca. Especialmente a la reina Letizia, quien se ha prodigado con su suegra, al igual que el verano anterior, sin que se atisbaran las diferencias que se dejaron de manifiesto en aquella misa de Pascua del año pasado.
A nadie se le pasará nunca por alto la blusa de lunares de Carolina Herrera que la reina Letizia ha lucido en tres ocasiones, pero que para la memoria colectiva está estrechamente vinculada a uno de los momentos más delicados de la familia real en términos de imagen.