El rey Felipe irá el sábado a la confirmación de la princesa Ingrid Alexandra de Noruega

Los amantes de los grandes eventos royal están de enhorabuena. El otoño se presenta repleto de citas para su solaz, como la coronación oficial de Naruhito como emperador de Japón, en octubre; el debut de Leonor de Borbón en los Premios Princesa de Asturias; o el tour de los duques de Sussex por Sudáfrica, Botsuana, Malawi y Angola en su triunfal vuelta al trabajo con Archie. Todo ello ocurrirá cuando ya hayan empezado a barrerse las hojas de las calles, pero hay una cita muy próxima con la que pueden ir relamiéndose. Se trata de la confirmación de la princesa Ingrid Alexandra de Noruega, que tendrá lugar este sábado y a la que ya se sabe que asistirán Victoria de Suecia y Federico, Mary y Christian de Dinamarca, además de los reyes y los príncipes herederos de Noruega.

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La gran incógnita ha sido hasta última hora la presencia del rey Felipe. En su calidad de padrino de Ingrid Alexandra, segunda en la línea de sucesión al trono de Noruega, era lógico que estuviera. Don Felipe ya faltó al bautizo de la joven porque estaba inmerso en los preparativos de su enlace con doña Letizia, celebrado pocas semanas después. En esta ocasión, la Casa del Rey ha estado esperando hasta el último momento para confirmar la presencia del Rey español, pendiente de la salud de su padre. Finalmente el Rey de España sí acudirá a este gran acontecimiento para los Glücksburg. Así aparece en la lista oficial de invitados hecha pública en la tarde del jueves.

La princesa se confirmará el sábado a las 12.00 del mediodía, en la capilla del Palacio Real. Después de la ceremonia, dirigida por el obispo de Oslo y la presidenta de la Conferencia Episcopal de Noruega, la obispa Helga Haugland, los reyes Harald y Sonia ofrecerán un almuerzo en el Salón de Banquetes en honor a su nieta. Para dar una idea de la expectación que ha generado el evento en el país, la confirmación será retransmitida en directo por dos canales de televisión. Además, la Casa Real noruega ha abierto un espacio online para poder felicitar a la princesa.

Regalos

Ya se conocen algunos de los regalos que ha recibido la joven. Los reyes Harald y Sonia de Noruega le han regalado un bunad, un traje tradicional noruego que lucirá presumiblemente este mismo sábado. La reina Sonia ha participado activamente en el diseño y la confección del traje, inspirado en uno original del siglo XIX.

Junto a ella estarán todos sus padrinos de bautismo. Su abuelo el rey Harald, el rey Felipe, Federico de Dinamarca, Victoria de Suecia, Marta Luisa de Noruega y la madre de Mette-Marit, Marit Tjessem. Hubo un tiempo en el que el príncipe Haakon y don Felipe mantuvieron mucha complicidad. Fue el noruego quien introdujo a Eva Sannum en los círculos del Rey español. Es icónica la imagen de ambos en la boda de Mette Marit y Haakon, sonrientes y felices como una pareja cualquiera, mientras el escote azul de Sannum se derramaba sobre sus detractores en España. En ese contexto, Haakon quiso contar con Felipe de Borbón para hacerle padrino de su primera hija y este sábado el español honrará a su amigo con su presencia.

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Será un gran momento para la princesa Ingrid Alexandra, que cumplió 15 años en enero y es prácticamente de la misma generación que Leonor de Borbón. Como la heredera española, su presencia pública ha sido siempre bastante dosificada y protegida por sus padres. Apenas ha tenido agenda propia. Estudia en la Escuela Internacional de Oslo, donde perfecciona su inglés y contraviene la tradición noruega de formar a sus futuros reyes en escuelas públicas. Se le dan bien las matemáticas y las asignaturas que ponen a prueba su creatividad. También le gusta esquiar, surfear y hacer kick boxing.

Poco más se sabe de esta adolescente risueña, una mezcla genética perfecta entre sus padres, que se convertirá algún día en la segunda reina mujer que ha habido en la historia de Noruega. La vimos como dama de honor en la boda de Victoria de Suecia y fue la responsable de prender la mecha de los Juegos Olímpicos de la Juventud de Invierno, en Lillehammer. Su confirmación es uno de los episodios imprescindibles en su paso a la vida pública. Y ahí estaremos.