Don Felipe y doña Letizia en el Teatro Real: él pidió cerveza, ella dos imperdibles

Los Reyes fueron los protagonistas este miércoles por la noche de la apertura de la temporada operística del Teatro Real. La obra elegida para este inicio fue 'Don Carlo' de Verdi, que se ha vuelto a representar después de catorce años. Una puesta en escena magistral de David McVicar y la dirección musical de Nicola Luisotti, con la participación de Ainhoa Arteta como Isabel de Valois. A las 20:00 horas de la tarde llegaban el jefe del Estado y doña Letizia vestida de blanco.

Como suele ser habitual en las últimas apariciones del monarca, hubo gritos de "Viva el Rey" en la calle. Dentro, al asomar por el palco sonó el himno nacional y de nuevo aplausos por parte de los asistentes. La reina Letizia tuvo un problema que se solventó sin que hubiera retraso en el inicio de la representación. Nada más llegar pidió imperdibles para sujetar una abertura del vestido, firmado por Lola Li.

Dos asistentes solucionaron el problema y no hubo más contratiempos. Tras la primera parte se sirvió un cóctel en el segundo piso del teatro, al que acudieron los protagonistas de la noche. El rey Felipe saludó a muchos de los invitados, a los que agradeció las felicitaciones que recibía por su papel moderador en el desastre que ha supuesto la falta de acuerdo entre los políticos.

Uno de los momentos visuales más llamativos fue el encuentro del alcalde de Madrid con don Felipe, que tuvo tiempo para tomarse una cerveza. El aspecto aniñado de Almeida contrastaba con la altura del monarca. El edil madrileño aseguraba a los que le preguntaban por su nuevo papel como responsable de la capital del reino que quiere hacer "una ciudad más agradable". Le quedan cuatro años para conseguirlo.

La reina Letizia, por su parte, también tuvo su noche de socialización y solo bebió agua. La frase más escuchada en el encuentro referida a la consorte real era lo guapa que estaba. Y efectivamente, el vestido elegido y la nueva manera de destacar la mirada con sombra ahumada presentaban una imagen espectacular. No faltaron las pulseras gemelas Cartier, una de las joyas preferidas de doña Letizia, y los pendientes de De Grisogono.

Muy diferente de aquella primera vez cuando apareció en el Teatro Real como prometida del Príncipe de Asturias. Han pasado dieciséis años de aquel estreno como futura Reina de España y hubo personal del teatro que lo recordó. Una vez que finalizó la representación, los Reyes no repitieron el cóctel con los invitados y los artistas. A las 00:00 horas de la noche salían del teatro y se volvía a vivir la escena de aplausos con menos público.

El próximo 15 de octubre será la reina Sofia la que reciba su homenaje. Desde hace tres décadas preside el Premio BMW de Pintura, que se organiza en este mismo lugar. El año pasado, y coincidiendo con su ochenta cumpleaños, la empresa alemana que forma parte del patronato de la institución musical celebró con el resto de asistentes el reconocimiento a la figura de doña Sofía con un recital musical.

El estreno de la temporada operística de este miércoles contó con la presencia de ministros, políticos y personajes de la vida social. Borrell, Nadia Calviño, el duque de Huéscar y Sofía Palazuelo, Isabel Preysler -vestida de Miguel Marinero- y Mario Vargas Llosa, que casi se pierden la segunda parte al entretenerse en el cóctel; la soprano Ángelica de la Riva, Garrigues Walker, Eugenia Silva, Cristina Narbona; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; Alberto Ruiz-Galllardón, que explicaba que desde que no está en la política activa se encuentra mucho mejor; la presidenta del Congreso, Meritxell Batet; la directora de Comunicación de BMW, Pilar García de la Puebla; Carmen Lomana, Isabel Falabella y Amparo Corsini.