El filón de Diana de Gales: otro libro sobre su muerte (y que desvela secretos de Carlos)

Hemos perdido la cuenta de los libros que se han escrito desde aquel fatídico 31 de agosto de 1997, que aseguran esclarecer las causas de la muerte de Diana de Gales. Las circunstancias que rodearon el accidente de tráfico en el que falleció siguen sumidas en el misterio, y la conspiración y el asesinato siguen siendo las teorías favoritas para los numerosos investigadores que han publicado sus hipótesis. Y desde hace unos días, 'Diana: Caso resuelto' se une a la interminable lista de títulos que afirman arrojar luz sobre el secretismo que envuelve la trágica muerte de la 'princesa del pueblo'.

Esta vez son el periodista Dylan Howard y el detective Colin McLaren los que vuelven a hablar sobre un complot, además de abordar algunos secretos que podrían hacer mucho daño a la familia real, como las grabaciones que tenía Lady Di en su poder y que, según ellos, "podrían significar el fin de la monarquía". Eran, supuestamente, 16 vídeos. Seis de ellos vieron la luz hace dos años, en un documental que no dejaba en muy buen lugar a los Windsor. Los otros diez fueron guardados bajo llave en la casa de la familia Spencer en Althorp. Según los autores, el material inédito incluye unas fotografías del príncipe Carlos con un amante masculino. Un contenido delicado y explosivo que caería como una bomba en Buckingham en caso de existir y salir a la luz.

Pero los autores de este nuevo capítulo sobre la muerte de Diana de Gales no colocan a los Windsor como sus únicos enemigos. Sus innovadoras campañas contra el sida y las minas terrestres le granjearon la admiración del pueblo, pero también la colocaron en el punto de mira de grandes corporaciones, traficantes de armas internacionales y los gobiernos británico y estadounidense. Por eso, los escritores afirman que las autoridades francesas y británicas, con el respaldo de la familia real, hicieron todo lo posible por encubrir las verdaderas causas de su muerte.

Nuevos testigos, diferentes testimonios, entrevistas y supuestas nuevas pruebas sirven a los dos escritores para volver a poner sobre la mesa la duda de si fue un accidente automovilístico fortuito o fue fruto de un complot para provocar el choque del Mercedes en el que viajaban Diana y Dodi Al Fayed, un misterio que probablemente nunca se resolverá. Lo que sí tenemos claro es que la muerte de Diana sigue siendo una fuente de ingresos para muchos que, más de dos décadas después, siguen viendo un filón en los secretos y las diferentes teorías que rodean el drama.