El bajo perfil de Kate Middleton en su esperada reaparición: cero protagonismo

La duquesa de Cambridge ha vuelto al trabajo en medio de la polémica por su escasa agenda. Esta ha sido su tercera aparición en el mes de septiembre para cumplir con sus deberes institucionales, algo que no ha pasado desapercibido por los medios británicos, que ya se preguntan qué le sucede a Kate Middleton. Los duques han asistido este jueves al nombramiento de un nuevo buque de investigación polar en Birkenhead. La embarcación ha recibido el nombre de Sir David Attenborough.

Kate no ha querido llamar demasiado la atención en su reaparición y ya hay teorías que podrían explicar su decisión de pasar (casi) inadvertida. La más sencilla es que la duquesa no quiere desviar la atención del gran highlight del día en los Windsor: que la princesa Beatriz de York se ha comprometido con el italiano Edoardo Mapelli y que tenemos nueva boda real para 2020.

Conocedora como es de que todo lo que luce se convierte en noticia, Kate no ha querido en esta ocasión darle protagonismo a su vestuario, rescatando de su armario un abrigo azul celeste de Alexander McQueen que le hemos visto en más ocasiones, en concreto tres, desde que lo estrenó en 2014 en su tour por Oceanía. Se trata de un diseño de estilo militar con cinturón incorporado, cuello camisero y maxibolsillos.

La duquesa lo ha combinado con unos salones en azul marino con tacón ancho de Emmy London y una nueva cartera de mano también en navy de Asprey London cuyo precio es de 1.800 euros. Como joyas ha llevado los pendientes de oro blanco y diamantes de Mappin & Webb. Un look perfecto para el tipo de acto y también para cumplir con la misión de que no se hable (demasiado) de ella.