La verdad sobre el vestido de la venganza de Lady Di: el 'asesino' fue el mayordomo

El vestido de la venganza de Lady Di es una de las prendas más icónicas que lució la princesa en vida. Eso es mucho decir teniendo en cuenta que cada prenda que se ponía la madre de Guillermo y Harry se convertía en objeto de deseo.

El ‘little black dress’ que Diana de Gales lució en junio de 1995 para asistir al Serpentine Gallery en Hyde Park es uno de esos looks que marcan un antes y un después. Fue bautizado con el seductor nombre de 'vestido de la venganza' porque con él la princesa que acababa de contemplar cómo su marido reconocía que durante su matrimonio hubo otra, quiso decir 'aquí estoy yo y no tengo nada de qué esconderme'. Ahora, 25 años después de aquella grandiosa velada en la que la princesa sacudió el mayor zasca estilístico de la historia, hemos sabido que en realidad la ocurrencia no fue de ella, sino de su mayordomo (chan, chan, chan, chaaaannnnnn).

Paul Burrell no es ningún desconocido para los amantes de la corte británica y mucho menos para los fans de Diana. Este hombre trabajó para la familia real durante muchos años y fue asistente personal de Diana. En unas declaraciones para el programa 'Secrets of the Royal Dressmakers', que se emite en la noche del viernes 27 de septiembre en el canal inglés Channel 5, ha desvelado que la ocurrencia de lucir esa prensa fue suya.

La historia y la intrahistoria

Hasta ahora sabíamos que aquel 29 de junio de 1994, todo el mundo (ingleses y no) había visto en televisión cómo Carlos confesaba públicamente su relación con Camilla Parker. "Fui fiel hasta que tuve claro que nuestro matrimonio estaba irreparablemente roto", decía en el programa 'Carlos: la persona privada, el papel público', del canal inglés ITV, y añadía como para quitar hierro: "Lo que me ha pasado a mí le ha ocurrido a la mitad del país".

Esa misma noche, Diana estaba invitada a un sarao organizado por la revista 'Vanity Fair'. Paul recuerda consolar a la princesa después de ver el programa mientras ella se replanteaba acudir a la fiesta. “No puedo ir, no puedo enfrentar el mundo sabiendo lo que Charles acaba de decir. Y de todos modos no tengo nada que ponerme”, recuerda Paul que le dijo la princesa.

El exmayordomo fue a su vestidor y seleccionó su espectacular vestido Christina Stambolian y la convenció para que se lo probara, aunque ella dudaba que le quedara bien. “Pruébatelo”, cuenta Paul que le dijo. “Se deslizó en él, le subí la cremallera y se veía increible”.

Diana había comprado el vestido tres años antes, pero nunca encontró el momento de lucirlo porque lo encontraba demasiado atrevido.

El mayordomo había sugerido la idea y Diana tenía puesto el vestido, pero faltaba la gota que colmara el vaso. Y esa gota llegó en forma de comunicado no autorizado de la firma italiana Valentino, que aseguraba que la princesa llevaría esa noche una creación suya. Eso enfureció a la princesa y le dio el empujón definitivo.

Se estima que 14 millones de personas vieron al príncipe Carlos hablando de su amistad con Camilla en el programa de televisión. Sin embargo, fue el vestido de Diana el que se convirtió en noticia en todo el mundo.