Dos generaciones, dos bodas: de la historia de amor de Fergie a la de su hija Beatriz

Muy ilusionados se mostraron Sarah Ferguson y el príncipe Andrés tras el anuncio oficial de la boda de su hija Beatriz de York. "El duque y la duquesa de York están encantados de anunciar el compromiso de su Alteza Real la princesa Beatriz de York y el señor Edoardo Mapelli Mozzi", rezaba el anuncio de Buckingham Palace, que además añadió que el enlace tendrá lugar en 2020.

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Si la princesa Beatriz se casara en julio, lo haría 34 años después de la boda de sus padres, quienes contrajeron matrimonio un 23 de julio de 1986. Sarah Ferguson ya vio caminar hacia el altar a su hija Eugenia el 12 de octubre de 2018, y en poco tiempo volverá a emocionarse viendo a su primogénita, Beatriz, vestida de novia.

Una vez más, Sarah revivirá momentos inolvidables de su vida, como lo fue su historia de amor con el hijo de Isabel II y el día de su boda con él en la Abadía de de Westminster.

Da la casualidad de que Sarah Ferguson y el príncipe Andrés habían coincidido de pequeños. La propia Sarah ha contado cómo, mientras su padre jugaba al polo, ella buscaba la compañía de otros niños para pasar el tiempo. Entre estos niños estuvo, en alguna ocasión, el príncipe Andrés. Pero no se reencontrarían hasta muchos años después, gracias a Lady Di que invitó a su amiga a una fiesta a la que también acudió el hermano del príncipe Carlos de Inglaterra. Aquel día fue el pistoletazo de salida de su historia de amor.

En este sentido existe un paralelismo con la historia de amor de Beatriz de York. Al igual que su madre, la princesa Beatriz también había coincidido con el que hoy es su novio y futuro marido, Edoardo Mapelli Mozzi, durante su niñez. Pero no fue hasta la boda de Eugenia de York, ya de adultos, cuando se reencontraron y se enamoraron.

La pedida de mano del príncipe Andrés a Sarah Ferguson no tardó en llegar, como tampoco ha tardado la de Edoardo Mapello a Beatriz de York. Sarah Ferguson lució entonces un anillo de oro amarillo con un rubí birmano y 10 diamantes incrustados en forma de flor. Por su parte, su hija Beatriz ha mostrado con orgullo un precioso anillo diseñado entre su novio y Shaun Leane, un reconocido joyero inglés. Se trata de una pieza con un gran diamante central y una banda de otros de pequeño tamaño.

Uno de los momentos más esperados en la boda de Beatriz será sin duda el de la aparición de la novia. El vestido se convierte, en todos los enlaces, en el secreto mejor guardado y en el objeto de admiración de todos. Para su boda, Sarah Ferguson lució un diseño de Lindka Cierach muy acorde a la época de los 80. Brocados, seda y satén destacaban en él, así como un generoso velo que nacía de la tiara de York, una joya que Isabel II regaló a Sarah Ferguson con motivo del enlace y que su hija Eugenia, sin embargo, no lució cuando caminó hacia el altar. En su lugar se decantó por la Greville Emerald Kokoshnik, prestada por Su Majestad la reina.

Habrá que esperar para saber si Beatriz de York decide recrear la imagen de su madre con la misma tiara que esta lució, o si, como su hermana, decide prescindir de ella.

A falta de confirmación, tampoco sabemos aún dónde contraerá matrimonio Beatriz de York, pero ya se especula con la posibilidad de que la princesa pueda romper con la tradición de la familia de celebrar todas sus bodas en Reino Unido. Eugenia de York se casó en la capilla del palacio Windsor y su madre en la Abadía de Westminster.

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Pero un reciente viaje de Sarah Ferguson a Italia ha disparado las sospechas de un posible enlace allí. En el mes de agosto, Sarah Ferguson estuvo visitando una imponente villa llamada 'Villa Cetinale', en la Toscana, que podría resultar perfecta para celebrar una boda Real. Surgen así los rumores de que Beatriz de York quiera un enlace en la tierra natal de su novio.