Meghan Markle acierta (por fin) en Sudáfrica: dos actos, dos looks casi idénticos

Meghan Markle y el príncipe Harry siguen separados en su gira por África. Mientras él continúa su trabajo en Malaui, ella está en Johannesburgo, donde está previsto que se reencuentren en unas horas. Y este martes la jornada ha empezado muy temprano para la duquesa de Sussex, que ha participado a primera hora de la mañana en una mesa redonda sobre los retos a los que se enfrentan las mujeres sudafricanas a la hora de acceder a estudios superiores, organizada por la Asociación de Universidades de la Commonwealth.

Como si de una alfombra roja de Hollywood se tratara, ha sido recibida con aplausos y gritos de entusiasmo a su llegada a la universidad. Y tras el acto, el fervor no ha sido menor: "Es bueno saber que es alguien que se parece a mí, que me inspira, que da el apoyo necesario para cambiar determinados aspectos de nuestro país y nuestro continente". Y es que la palabra 'inspiradora' ha sido la que más se ha repetido entre las estudiantes que han acudido al encuentro con la duquesa de Sussex.

En esta ocasión, Meghan Markle ha lucido un vestido de estreno que ni era reciclado ni de una marca africana, como ha sido la tendencia de los últimos días. Se trata de un diseño de la marca Banana Republic sin mangas, con botones cruzados, solapas de americana y cinturón. Y ¿adivinan? El color escogido por la duquesa de Sussex ya está agotado en la web de la fima. Aún se puede comprar -por unos módicos 120 euros- en color blanco, pero queda pocas tallas, por lo que es más que probable que en unas horas se agote completamete. Teniendo en cuenta que es una de las novedades de la marca de esta temporada, parece que el 'efecto Meghan' ha vuelto a funcionar.

Con una sencilla pulsera y sus zapatos en tono nude de Stuart Weitzman, ha creado un look muy práctico y adecuado para el acto, en el que su estilismo no tenía que sobresalir por encima del tema que trataban. Aunque hay que decir que, al bajarse del coche, se la veía un poco incómoda e insegura, y parecía que no sabía muy bien qué hacer con las manos, quizá por la ausencia de bolso o maletín en el que apoyarse. Afortunadamente para ella, enseguida ha llegado hasta donde estaban sus anfitriones esperándola, por lo que el momento de incomodidad no ha durado demasiado.

Pero el fervor por Meghan no ha acabado en la universidad, ya que después ha ido a un colegio donde ha sido recibida con cánticos y abrazos de las más pequeñas. Ha llamado la atención el hecho de que se haya cambiado de ropa entre una cita y otra, especialmente cuando los dos diseños eran muy parecidos. Para su segundo acto, en el que también abordaría los problemas de las mujeres en el país y la violencia sexual en las escuelas, ha escogido un vestido camisero en color caqui de la firma Room 502, que presume de utilizar "materiales, producción y mano de obra éticos".

En concreto, este vestido está fabricado en algodón y aún se puede conseguir en la web por unos 400 euros. La duquesa de Sussex también ha cambiado su calzado, sustituyendo los Stuart Weitzman en tono nude por los 'Manolos' negros que ya había lucido en días anteriores y que son uno de sus básicos imprescindibles.