Isabel II, retada por Boris Johnson, responde con su look más espectacular

La reina Isabel II y toda la familia real están viviendo, junto al resto de ciudadanos, una época política convulsa en su país. El primer ministro de Inglaterra, Boris Johnson, parece estar dispuesto a todo para que los opositores al Brexit no frenen sus planes, y si eso significa sentarse en el suelo de la casa que ahora habita, en el número 10 de Downing Street, si se le invita a marcharse tras producirse una moción de censura, lo hará.

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Johnson pretende garantizar el Brexit no más tarde del 31 de octubre, con o sin acuerdo. En contra, Europa y las críticas de la oposición, que desean una salida de UE más moderada.

De producirse una moción de censura, sería la reina Isabel II quien debería proponer a un nuevo candidato. Pero ante esta posibilidad, Johnson ha sido tajante.

"A menos que la policía aparezca en las puertas de 10 Downing Street con una orden de arresto del primer ministro, él no se irá", ha comentado una fuente cercana a Johnson al 'Sunday Times'.

La reina, efectivamente, podría sugerir al primer ministro que abandone Downing Street, pero lo cierto es que este no estaría obligado a hacerlo. De resistirse, pondría en una situación muy delicada a Isabel II, quien siempre ha evitado colocarse en medio de los asuntos políticos.

El órdago sin precedentes de Johnson ha llegado a la reina en un día en el que se la ha podido ver acudiendo este domingo 6 de octubre a un servicio religioso en Crathie Kirk.

Isabel II lucía con un brillo especial. Para esta ocasión prescindió de sus habituales looks coloridos y se decantó por uno completamente aperlado. Como una auténtica Reina de las Nieves, el blanco moteado de su sombrero y su abrigo, combinado con un collar de perlas y su cabello plateado, presentaban un aspecto más señorial que nunca de Isabel II.

Algunos medios británicos han querido destacar, a pesar de esto, el gesto que escondía algo de tristeza en el rostro de la madre del príncipe Carlos. Algo pensativa se la vio en el coche que la trasladaba, quizás preocupada por la delicada situación política. Pero en su look la reina se creció, haciéndose más visible que nunca.