Meghan: el motivo por el que la reina Isabel no le prestó la tiara que quería para su boda

Se sigue pensando que Meghan Markle no lució el día de su boda la tiara que habría deseado y por ese motivo la prensa inglesa sigue buscando el motivo por el que su deseo no se cumplió.

Al parecer, todo está basado en la frase de Harry en la que afirmaba que "lo que Meghan quiere, Meghan lo consigue", lo que habría llevado a la reina Isabel II a decir que la mujer de su hijo no llevaría otra tiara que la que ella quisiera prestarle.

Más allá de estas especulaciones de orden diríamos doméstico, hay quienes mantienen otra teoría: las mujeres de la Casa Real británica no han llevado más que tiaras con diamantes y no con otras joyas, salvo algunas pequeñas excepciones.

La propia reina Isabel II, sus nueras, Lady Diana Spencer, Sarah Ferguson y Sophie Rhys-Jones. Incluso la princesa Margarita o la propia Kate Middleton. La excepción la encontramos en la princesa Eugenia, en cuya tiara había una esmeralda.

Ha sido habitual que las mujeres de la familia real hayan lucido tiaras más elaboradas conforme pasaba el tiempo de casadas, optando incluso por piedras preciosas de colores.

Respecto a la tiara que supuestamente quería lucir Meghan, debemos subrayar que la Kokoshnik fue realizada en el siglo XIX en Rusia y también su procedencia podría interpretarse como una de las razones por las que no la consideraron apropiada para una boda.

La joya se creó para la boda de la duquesa María de Mecklenburg-Schwerin con el gran duque Vladimir Alexandrovich, tercer hijo de Alejandro II de Rusia. Posteriormente tuvo que huir de Rusia, en 1920, tres años después de haber sido puesta en arresto domiciliario, al igual que la joya, que pudo sacarse de palacio gracias a la colaboración entre su hijo y un marchante de arte británico.

Fue la abuela de la actual reina Isabel quien adquirió esta joya, que fue mandada a restaurar y que la soberana ha lucido con las perlas originales y también con esmeraldas, que son intercambiables.

Para su boda, Meghan finalmente lució el bandeau de diamantes de la reina Mary, una joya que no había sido vista en público durante más de cincuenta años. Ahora la incógnita es descubrir qué tiara lucirá Beatriz de York en su boda con Edoardo Mapelli.