El look de Máxima en Japón: vestido reciclado y excesivo tocado (y hundido)
La reina de Holanda ha optado por el reciclaje para la entronización de Naruhito, luciendo viejos conocidos de su armario y siendo fiel a su estilo, en ocasiones excesivo
Estábamos deseando que llegara la ceremonia de entronización del emperador Naruhito de Japón para ver el despliegue de vestidos, tocados y joyas de las royals, siguiendo al pie de la letra la etiqueta impuesta para la ocasión, que requería los dos primeros elementos. Y como es habitual, Máxima de Holanda no ha pasado desapercibida, a pesar de optar por un look 100% reciclado, pero al que no le faltaba ni un solo detalle.
Máxima ha rescatado de su armario un vestido en color gris, con dibujos florales grabados en la tela. Siguiendo su costumbre, ha tirado de Edouard Vermeulen, responsable de la firma Natan, la más abundante en su vestidor. Es un diseño que ya lució en el Día del Príncipe de 2017, cambiando ligeramente algunos de los complementos, como la cartera o el tocado, que merece mención aparte. Lo que sí ha mantenido son los guantes, en el mismo tono del vestido.
La argentina es conocida por sus contrastes y también por excederse con determinados complementos, como los sombreros o los collares. Le gustan grandes y que llamen la atención. Y en esta ocasión, ha sido el tocado el que se llevaba todo el protagonismo. Se trataba de una rosa realizada a mano en el mismo color del vestido por Fabienne Delvigne, responsable de la casa belga especializada en este tipo de adornos. Ya lo lució en el bautizo de su segunda hija, Alexia, y once años más tarde en una visita de Estado que realizó a Corea del Sur junto a su marido.
Desde luego, no ha sido el elemento de su outfit que más ha gustado, precisamente por lo excesivo del mismo. Y no es la primera vez que Máxima desluce un atuendo con un enorme tocado. Ya lo hizo en Londres el pasado junio, cuando tras la imposición de la Orden de la Jarretera al rey Guillermo asistió a Ascot, el campeonato hípico conocido por el desfile de tocados. Y el suyo fue muy criticado por lo aparatoso y el volumen, tan grande que le tapaba buena parte de su rostro.
En cuanto a joyas, la reina ha optado por un collar de diamantes de estilo choker, unos grandes pendientes y una pulsera. Lucía, asimismo, la banda de la orden japonesa de la Preciosa Corona, la misma que Letizia y Matilde.
Estábamos deseando que llegara la ceremonia de entronización del emperador Naruhito de Japón para ver el despliegue de vestidos, tocados y joyas de las royals, siguiendo al pie de la letra la etiqueta impuesta para la ocasión, que requería los dos primeros elementos. Y como es habitual, Máxima de Holanda no ha pasado desapercibida, a pesar de optar por un look 100% reciclado, pero al que no le faltaba ni un solo detalle.