La reina Sofía cumple 81 años: recordamos sus dos cumpleaños más especiales
La vida de doña Sofía no ha sido un camino de rosas, pero seguro que de entre todos sus cumpleaños, ella recuerda dos muy especiales... y en ambos destacan las sorpresas
La reina Sofía no ha tenido una trayectoria fácil. Exilios, muertes prematuras, un matrimonio con altibajos... Sin embargo, ella sigue sonriéndole a la vida. Y así lo hará este sábado, día en el que cumple 81 años. Se espera que la emérita lo celebre como a ella le gusta: rodeada por los suyos y en la más estricta intimidad. Ha pasado ya un año desde que la madre de Felipe VI llegó a los 80 y lo festejó con una celebración y una foto oficial en la que destacó la presencia de la infanta Cristina, ya más cerca de la rehabilitación, al menos familiar.
Es más que probable que se sigan las pautas del año pasado y doña Sofía esté también rodeada por sus hijos y nietos en tan señalada fecha, así como de don Juan Carlos, con el que parece que las cosas vuelven a fluir. Sin embargo, este año no habrá fotografía que lo corrobore, pues al no ser una cifra redonda la Casa Real no distribuirá ningún material. Será un cumpleaños más, eso sí, muy feliz por estar rodeada de los suyos, que es lo que a ella realmente le importa.
Como decíamos, la vida de doña Sofía no ha sido un camino de rosas, pero seguro que de entre todos sus cumpleaños, ella recuerda dos muy especiales... y en ambos destacan las sorpresas, la primera organizada por su querida madre, la reina Federica, y la otra por su marido. Dos de las personas más importantes de su vida que se lo trabajaron para conseguir que Sofi -como la llama don Juan Carlos- tuviera un gran día.
Viajemos hasta el 1 de noviembre de 1946. Al día siguiente, la princesa Sofía de Grecia cumplía 8 años de edad y estaba de lo más emocionada. Sin embargo, la reina Federica tenía la cabeza en otro lado. La familia había regresado del exilio, donde vivieron grandes miserias. Ya restablecidos en su país, la cosa seguía agitada y Federica, una mujer política donde las haya, no dejaba escapar ningún detalle.
"Mi madre era muy política. Igual que yo. Decían que le gustaban las intrigas, que manejaba los hilos por detrás pero no es cierto", aseguraría años después doña Sofía a Pilar Urbano en el libro 'La reina muy de cerca'. Pues bien, estaba Federica tan metida en temas políticos que se olvidó por completo del cumpleaños de su primogénita, quien al irse a dormir se lo recordó llena de ilusión, tal como relata Pilar Eyre en 'La soledad de la reina'.
Para no decepcionar a su hija, a Federica se le ocurrió una brillante idea. Llamó a un amigo artista y le pidió que mientras Sofía dormía pintara en su habitación a los personajes de Walt Disney. Y cuando la pequeña se despertó vio las paredes llenas de dibujos de Micky Mouse, Blancanieves y sus siete enanitos, Pinocho, Bambi y Dumbo. Lamentablemente, al poco tiempo la ahora Reina tuvo que cambiar aquella habitación del palacio de Psychiko por una del palacio de Tatoi, ya que su padre se convirtió en rey.
Ahora avanzemos un poco más en el tiempo, hasta 1978. Aquel año, Sofía sí que cumplía una cifra redonda: llegaba a los 40. Don Juan Carlos y su esposa se pasaban entonces el día viajando de aquí para allí para que el mundo los conociera. Sin embargo, el Rey emérito quiso que su mujer disfrutara de su gran día y para ello le organizó una fiesta sorpresa con toda su familia griega. Decidió que no se celebraría en Zarzuela, para que Sofi no descubriera el pastel.
Así lo cuenta Pilar de Arístegui en su libro 'Sofía, la reina'. La Reina emérita era consciente de que se iba a celebrar una fiesta en su honor, lo que no sabía es que hasta España habían viajado todos los Grecia. "La reina acudió contenta al ágape sin sospechar la sorpresa que le deparaba el rey y saludó con mucho afecto a sus suegros, los condes de Barcelona, a sus cuñadas Margarita y Pilar, a quien agradeció ser la anfitriona de la fiesta, a sus cuñados. [...] Comenzó el rito de los regalos y uno a uno fueron dando los obsequios a dona Sofía, hasta que al tocarle el turno al Rey, abrió de par en par las puertas de un salón contiguo al tiempo que anunciaba: "Este es mi regalo".
Allí aparecieron la reina Federica, la princesa Irene, el rey Constantino y la reina Ana María, la princesa Tatiana Radziwill y los primos Karl e Yvonne de Hesse. "Fue una noche completa para la felicidad de doña Sofía, que se encontró en un momento significativo rodeada por las personas más queridas. El Rey había organizado invitaciones y las estancias de los huéspedes en el Ritz para dar un presente único a doña Sofía que en verdad fuera emocionante. Cumplió su objetivo, pues la Reina aseguró que era el cumpleaños más conmovedor que había disfrutado en su vida", cuenta Arístegui.
La reina Sofía no ha tenido una trayectoria fácil. Exilios, muertes prematuras, un matrimonio con altibajos... Sin embargo, ella sigue sonriéndole a la vida. Y así lo hará este sábado, día en el que cumple 81 años. Se espera que la emérita lo celebre como a ella le gusta: rodeada por los suyos y en la más estricta intimidad. Ha pasado ya un año desde que la madre de Felipe VI llegó a los 80 y lo festejó con una celebración y una foto oficial en la que destacó la presencia de la infanta Cristina, ya más cerca de la rehabilitación, al menos familiar.