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Alicia de Battenberg, la olvidada madre del duque de Edimburgo y su vida llena de tragedias
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FAMILIA REAL BRITÁNICA

Alicia de Battenberg, la olvidada madre del duque de Edimburgo y su vida llena de tragedias

Durante sus etapas en distintos centros psiquiátricos fue tratada por Freud, quien aseguró que sufría esquizofrenia a causa de una frustración sexual

Foto: Alicia de Battenberg. (Cordon Press)
Alicia de Battenberg. (Cordon Press)

Alicia de Battenberg, casada con el príncipe Andrés de Grecia, fue la madre del recientemente fallecido Felipe, duque de Edimburgo. Su trágica vida se caracterizó por una salud débil en la que distintas enfermedades hicieron mella. Su salud poco tuvo que ver con la de su hijo Felipe, que le permitió llegar a rozar los 100 años de vida, fecha que habría alcanzado el 10 de junio de 2021. A caballo entre Alemania y Grecia, Alicia de Battenberg nació en el castillo de Windsor y murió en el palacio de Buckingham, pero a pesar de ello nunca se consideró británica. Ni tampoco griega, aunque lo era por matrimonio, ni alemana por sus raíces.

Foto: El duque de Edimburgo, en una imagen de 2016. (Reuters)


Bisnieta de la princesa Victoria, Alicia vino al mundo siendo la primogénita de Luis de Battenberg y Victoria de Hesse. Tanto ella como sus hermanos jugaron papeles clave en la historia de la realeza. Su hermana Luisa llegó a ser reina de Suecia por su matrimonio en segundas nupcias con Gustavo VI Adolfo; su hermano Jorge fue segundo marqués de Milford Haven, y Luis se convirtió en Lord Mountbatten, virrey de la India y preceptor del príncipe Carlos.

placeholder Alicia de Battenberg y su hijo, el duque de Edimburgo. (Getty)
Alicia de Battenberg y su hijo, el duque de Edimburgo. (Getty)


Pero la vida de Alicia es quizás la que más vaivenes tuvo, aunque su infancia fue aparentemente feliz, viviendo a caballo entre Alemania, Reino Unido y Malta. A medida que iba creciendo, su madre se dio cuenta de que no avanzaba como el resto de sus hermanos en su formación, y tras muchas pruebas médicas le diagnosticaron sordera congénita. Gracias a su progenitora, que le dedicó horas, Alicia aprendió a leer los labios y a hablar perfectamente inglés y alemán.

Foto: Lord Mountbatten con Carlos y su mujer con la princesa Ana. (Getty)


El papel de Freud

Más tarde, y antes de su compromiso con el príncipe Andrés de Grecia, tío abuelo de nuestra reina Sofía, empezaría sus lecciones de griego. Andrea -como lo llamaban familiarmente- y Alicia se casaron en dos ceremonias religiosas: una luterana y la otra ortodoxa griega. Se mudaron a Grecia y allí tuvieron a sus cinco hijos, Margarita, Teodora, Cecilia, Sofía y Felipe, duque de Edimburgo

placeholder  Alicia de Battenberg.
Alicia de Battenberg.

Durante la Guerra de los Balcanes, Alicia actuó como enfermera en hospitales de campaña, una profesión que la acompañaría hasta el fin de sus días, no sin antes pasar por un auténtico calvario. Y es que, como consecuencia de la inestable situación política de Grecia, ella y su familia tuvieron que exiliarse en dos ocasiones, lo que la sumió en 1930 en una depresión que fue diagnosticada como esquizofrenia paranoide y por la que fue ingresada en un sanatorio de Berlín.

Durante sus etapas en distintos centros psiquiátricos fue tratada por Freud, quien aseguró que sufría esquizofrenia a causa de una frustración sexual. El tratamiento que le aplicaron fue darle radiación en los ovarios y la matriz, aunque ella se negó reiteradamente. Finalmente, y como no dio resultado, fue internada en una clínica de Suiza.

Foto: La reina Isabel II y el duque de Edimburgo. (Reuters)


Muerte de su hija y dos nietos

Durante sus ausencias médicas, sus hijas se casaron, todas con príncipes alemanes, y ella no asistió a los enlaces. Dejó la educación de Felipe, que entonces tenía 9 años, en manos de su hermano Lord Mountbatten, de ahí la especial relación que se crearía entre tío y sobrino. Alicia fue pasando de institución mental a institución mental, y Andrés la abandonó para mudarse a la Rivera francesa con una amante. Cuando finalmente consiguió salir del centro, se convirtió en una vagabunda y con el tiempo regresó a Atenas, donde trabajó en un centro para pobres.

En 1937 se reencontró con su marido en un evento trágico: el funeral de su hija Cecilia, su yerno y dos de sus nietos, quienes fallecieron en un accidente de avión. También fue su reencuentro con su hijo Felipe, al que le pidió que se fuera a vivir con ella a Grecia, pero él declinó, asegurando que prefería estar en la Marina Real británica.

placeholder Boda de Alicia de Battenberg y Andrés de Grecia. (CP)
Boda de Alicia de Battenberg y Andrés de Grecia. (CP)

Reconciliación con Felipe

Cuando Grecia fue ocupada por los nazis en 1941, ella se valió de que los maridos de sus hijas eran nazis para que no hicieran nada, mientras iba ayudando a víctimas en distintos hospitales. Ella vivía gracias a paquetes de comida que le enviaba su hermano Lord Mountbatten. Durante un año ocultó a una familia judía en el último piso de su casa, para salvarlos del holocausto, algo que consiguió.

Después de la guerra, Alicia de Battenberg construyó la orden religiosa Hermandad Cristiana de Marta y María. Con motivo de su boda con Isabel II, el duque de Edimburgo se reconcilió con su madre, e incluso esta acudió a la coronación de su nuera vestida con los hábitos de su orden religiosa. En 1967, y por motivos de salud, Isabel la invitó a vivir a Buckingham y allí estuvo dos años hasta que murió. Su hijo cumplió con su última voluntad: ser enterrada en el convento de Santa María Magdalena en Getsemaní, en el Monte de los Olivos de Jerusalén.

Alicia de Battenberg, casada con el príncipe Andrés de Grecia, fue la madre del recientemente fallecido Felipe, duque de Edimburgo. Su trágica vida se caracterizó por una salud débil en la que distintas enfermedades hicieron mella. Su salud poco tuvo que ver con la de su hijo Felipe, que le permitió llegar a rozar los 100 años de vida, fecha que habría alcanzado el 10 de junio de 2021. A caballo entre Alemania y Grecia, Alicia de Battenberg nació en el castillo de Windsor y murió en el palacio de Buckingham, pero a pesar de ello nunca se consideró británica. Ni tampoco griega, aunque lo era por matrimonio, ni alemana por sus raíces.

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