Íntima y en Francia (y muy distinta a la de Kate): así será la boda de James Middleton

La boda de Kate Middleton y el príncipe Guillermo, retransmitida en directo por televisión en varios países, paralizó Reino Unido. El 29 de abril de 2011, la pareja se daba el 'sí, quiero' ante 650 invitados, entre los que se encontraban celebridades británicas, representantes de las casas reales europeas o importantes nombres de la política. Varios años después, era el turno de Pippa. Su boda fue algo más reducida, pero reunió a importantes miembros de la élite del país, dadas las relaciones tanto de la familia de la novia como la del novio. Y en unos meses será el turno de James, que lo tiene claro: su boda no tendrá nada que ver con la de sus hermanas.

El empresario anunciaba su compromiso vía Instagram el pasado 6 de octubre, después de varios meses de discreta relación con Alizèe Thevenet, a quien presentaba en sociedad en la boda de Lady Gabriella Windsor. Aunque aún no se ha filtrado la fecha de la boda, se prevé que será para la primavera de 2020, por lo que será el segundo enlace de la temporada para Kate Middleton y el príncipe Guillermo, que también estarán invitados a la de la princesa Beatriz. Lo único que se ha sabido, gracias a la indiscreción de fuentes cercanas a la pareja, es que el lugar escogido será Francia, tierra natal de la novia.

Lo que también es seguro es que será una fiesta mucho más reducida que las de sus dos hermanas. James y Alizèe quieren algo muy íntimo y que sea un evento lo más privado posible, en el que puedan bailar y divertirse con sus amigos y familiares, sin estar pendientes de fotógrafos o invitados por compromiso. Así lo ha confesado el novio a 'Vanity Fair', en una entrevista en la que ha desvelado otro secreto de su boda: sus cinco mascotas tendrán un papel importante en la ceremonia: "Aún no sé cuál, pero serán una de las claves de ese día".

De momento, ambos están inmersos en los preparativos: "Alizèe está feliz y entusiasmada. Estamos en las fases previas a empezar a planearlo todo, disfrutando simplemente del proceso. Del viaje que vamos a emprender juntos, como equipo". Un viaje que culminará en una boda casi real. Y es que, por muy íntima y familiar que sea, contará con la presencia de nada menos que dos futuros reyes de Inglaterra, por lo que la expectación mediática está servida.