Cuando los 'amigos' y conocidos de los Borbones son demasiado indiscretos

El torero Gonzalo Caballero no ha sido el primero que ha descubierto intimidades de la familia Borbón. En este caso, el exnovio de Victoria Federica cuenta en la revista '¡Hola!' informaciones que hasta ahora formaban parte de la privacidad de la hija de la infanta Elena. El torero y la grande de España (la joven tiene este tratamiento) nunca confirmaron el noviazgo y por eso ha sorprendido que sea él quien haya explicado en la revista las razones de esa ruptura. Algo parecido a lo que le sucedió a Felipe VI cuando desde el palacio de la Zarzuela se dieron por cerradas las historias de amor con Isabel Sartorius primero y con Eva Sannum después, cuando nunca fueron oficiales.

Aquí no ha hecho falta ningún comunicado de Victoria porque ha sido Caballero quien ha destapado el tarro de las esencias en forma de indiscreciones varias. Y no solo habla de Vic (así la llaman), sino también del hermano Froilán y de los supuestos desencuentros con él por hablar más de la cuenta. El torero niega esas supuestas traiciones y aclara que el distanciamiento se debe a que cada uno se encuentra en momentos diferentes de vida y se mueven "en círculos diferentes". "Le tengo un cariño especial", decía. La interpretación que se puede hacer tras esas afirmaciones es que Felipe Marichalar parece no fiarse y puso tierra por medio.

El joven torero también habla de su profesión y de la tremenda cogida que sufrió el pasado 12 de octubre, cuando estuvo entre la vida y la muerte, pero el foco de interés son los sobrinos reales Felipe y Victoria Marichalar Borbón. Los hermanos se convierten en los protagonistas indirectos de las declaraciones del amigo, como en su día lo fueron el rey don Juan Carlos, Felipe VI o la reina Letizia por comentarios del círculo cercano. Tanto por razones de amistad como por el estatus que representan.

La faena a Marta Gayá

En este apartado y en torno al rey don Juan Carlos, figurarían Javier de la Rosa, Mario Conde, Manolo Prado o Vilallonga, que fueron algunos de los amigos del Rey que contaron en su día historias personales que, con mayor o menor intención, favorecían o lo contrario la figura del monarca ahora jubilado. Y no serían los únicos.

“El Rey no está”. Estas tres palabras del presidente Felipe González en 1992, días después de morir el ministro Fernández Ordoñez, sirvieron para que la prensa descubriera las escapadas privadas del jefe del Estado. En ese momento era necesario nombrar nuevo ministro de Exteriores, que debía jurar el cargo ante el monarca. El tiempo pasaba y no había cabeza visible por la ausencia del Rey. No estaba en España sino en Suiza, acompañando a la que ha sido su amiga entrañable y fiel Marta Gayá. A partir de esa frase de González se abrió un nuevo capítulo informativo de carácter amoroso en la vida del jefe del Estado. Marta Gayá tuvo identidad pública por esa faena más que indiscreción del presidente en ejercicio. Según contaron en aquellos años comentaristas políticos, “Felipe estaba muy quemado con las desapariciones del Rey. Fue una especie de venganza”.

Pedro Sánchez tampoco tuvo reparo en escribir en 'Manual de resistencia' conversaciones privadas con Felipe VI. En este caso de carácter político. Era un momento complicado tras las elecciones del 20 de diciembre de 2015, “con un bloqueo absoluto”, como definió el Rey la situación y cuenta Sánchez. Tuvieron gran repercusión mediática por lo insólito que resultaba que desde la jefatura del Gobierno se rompiera el 'off the record'. Incluso explicaba el interés que llegó a tener la Reina por conocerlo. “La reina Letizia se acercó para saludarme. Ella estudió en el Ramiro de Maeztu, como yo, y quería conocerme personalmente”. Y continuaba sus revelaciones asegurando que “Felipe y yo conectamos de una manera especial, confiamos el uno en el otro y se estableció una relación muy franca. Nos reconocimos mutuamente como las personas que íbamos a sacar al país del riesgo del bloqueo”. Estas y otras explicaciones de Sánchez no sentaron bien en Zarzuela al considerar que rompía las normas no escritas entre Jefatura del Estado y Jefatura de Gobierno.

Preocupado por Urdangarin

El último en relatar sus vivencias con los Borbón ha sido el expresidente del Congreso José Bono en su libro de memorias 'Se levanta la sesión' (Planeta). La mayor parte de sus recuerdos tienen que ver con su etapa como presidente del Congreso durante el gobierno de Zapatero. Una faceta política que la salpica con historias hasta ahora desconocidas de su intimidad con los miembros titulares de la familia real. Como adelantó Vanitatis, estas indiscreciones tienen que ver con la vida personal de don Juan Carlos y de Felipe VI y han sorprendido en el entorno de ambos.

Bono cuenta la aparición de Corinna Larsen y su preocupación por los movimientos de los exduques de Palma: “Urdangarin me ha salido mucho peor que Marichalar. Hoy me ha llamado la infanta Cristina desde América y le he preguntado por su marido y me ha dicho que no estaba preocupado. ¡Pues yo sí estoy preocupado! En España se perdona todo menos los asuntos de dinero. Parece mentira que no se den cuenta”. El caso Nóos estaba a punto de explotar.

El exministro explica el comentario que le hizo don Juan Carlos sobre la descendencia de los príncipes Felipe y Letizia relacionado con la sucesión de la Corona y la prevalencia del hombre sobre la mujer: “La modificación de la Constitución me da miedo porque el referéndum podría ser aprovechado para cuestionar la monarquía. Mejor que cambiar ahora la Constitución es que el príncipe no tenga más hijos. Ya sabes, marcha atrás”.

"Lo hice por amor"

La reina Letizia también es protagonista de esas revelaciones que seguramente no habrán sentado nada bien. “A la princesa le digo que en la Casa Real debe de venir muy bien el aire fresco que ella representa para renovar aquellos ambientes donde las genuflexiones y los taconazos son moneda corriente. [...] Creo que el príncipe Felipe le echó valor al casarse con ella pese a la supuesta oposición familiar. Tras estas reflexiones en voz alta, me mira con gesto enigmático y asegura: 'La que tuve valor fui yo. Lo hice por amor y no todos lo comprenden".

Bono también da su opinión sobre la personalidad de cada uno: “La princesa es recelosa con los medios del corazón. El príncipe es sensato y todas las opiniones que expresa están cargadas de sentido común”. Y comparte un comentario que le hizo Rodríguez Zapatero una vez: "Los cuentos de hadas o se representan bien o son ridículos. Por eso, una princesa que quiera jugar a la magia de la monarquía no puede presentarse como una ciudadana más, porque si son uno más, la gente dirá que quiere elegirlos".