La indómita princesa Ana: la verdad sobre la relación de Isabel II con su única hija

Hasta hace unas semanas, nadie hablaba de ella. Discreta e imparable, la princesa Ana cumplía con sus cerca de 500 actos anuales -dato que la sitúa la primera en el ranking de los más trabajadores de los royals- sin llamar la atención de los medios. Atrás quedaban los años de escándalos. Sin embargo, dos cuestiones la han devuelto a la actualidad, ahora que su hermano Andrés está viviendo uno de sus peores momentos.

La primera de esas cuestiones es su 'aparición' en 'The Crown'. El descaro y rebeldía que encarna la actriz Erin Doherty han provocado que un personaje que podría ser secundario haya llamado, y mucho, la atención. Todos quieren saber más de la princesa real, de su vida y de sus hazañas. La segunda es la polémica que ha protagonizado al no querer saludar al presidente Trump durante la recepción con motivo del 70 aniversario de la OTAN.

O al menos esa es la versión de las redes sociales después de ver un vídeo en el que la reina, tras saludar al presidente estadounidense y su esposa, le pide a su hija que se acerque y esta se niega encogiéndose de hombros. Un trabajador de Buckingham ha explicado que se ha malinterpretado y que Isabel solo le estaba pidiendo a Ana que pasase. Sin embargo, otro vídeo de la princesa hablando con Trudeau, Johnson, Macron y Rutte mientras se cachondean de Trump hace pensar lo contrario.

Ante esta situación, la prensa británica ha empezado a especular sobre cómo es en realidad la relación de Ana con su madre. Siempre conocida como "la niña de papá", la única hija de la reina no tuvo una infancia fácil, al igual que su hermano Carlos. El hecho de que su madre fuera coronada cuando ella tan solo tenía dos años las distanció mucho, ya que Isabel estaba más enfrascada en su labor real que en su papel de madre.

Pero con el paso de los años Isabel II y Ana se han ido acercando, sobre todo después de las muertes de la princesa Margarita y la reina madre con apenas un mes de diferencia. Desconsolada, Isabel buscó el apoyo de su única hija, y lo encontró. Desde entonces son inseparables. Así lo demuestra la fotografía realizada por Annie Leibovitz con motivo del 90 cumpleaños de la soberana (y que encabeza estas líneas). La reina solo posó con ella, ni con Andrés ni con Eduardo. Sí con Carlos, pero en una imagen en la que también aparecían los otros herederos, Guillermo y George.

Asimismo, se ha sabido que la reina ha dado permiso para que la cadena pública realice un documental sobre los 70 años de Ana, cifra que alcanzará el próximo 15 de agosto. "Me sorprendió que ella cooperara con algo como este documental, pero la reina claramente cree que su hija merece el reconocimiento por su arduo trabajo en los últimos 50 años", ha declarado Joe Little, editor de la revista 'Majesty', a 'The Telegraph'.

Según Little, ahora que Andrés está fuera, la reina va a depositar aún más confianza en su hija: "Es probable que se convierta en una figura mucho más importante. A diferencia de su hermano menor, es extremadamente discreta y no es probable que dé ningún paso en falso. Ella es una apuesta segura. Hace treinta años fue vista como la oveja negra. Recibió mala prensa porque era bastante grosera con los periodistas". Tanto es así que no deja que la prensa cubra ninguno de sus actos.

Tendremos que esperar para ver si Ana vuelve al primer plano o sigue, como hasta ahora, en un discreto segundo plano, pero trabajando imparablemente para la Corona. Lo que sí sabemos es que cuenta con el total apoyo de su madre.