Y Victoria de Suecia vuelve a fallar: segunda cena de gala de los Nobel, segundo error
Parece que a la princesa no le afectaron las críticas por el diseño escogido para la ceremonia de entrega de los Nobel y para el segundo día de celebración lució un vestido igual de poco favorecedor
Silvia de Suecia o cómo ir más elegante y acertada que tus dos hijas y tu nuera. Así podríamos resumir la segunda noche de gala de los Premios Nobel, en la que los reyes de Suecia han recibido en el Palacio Real a los ganadores, acompañados de sus tres hijos, Victoria, Carlos Felipe y Magdalena, y sus parejas, con la única excepción de Chris O´Neill, también ausente en los actos del martes. Y si durante la ceremonia de entrega hubo, para mal, un nombre propio, el de Victoria, en esta noche de miércoles tampoco se ha quedado atrás, luciendo un vestido tan complicado como el del primer día.
Y es que las críticas por el extraño diseño de Selam Fessahaye parecen no haberle afectado, a pesar de que 'inexplicable' o 'indescriptible' fueron algunos de los adjetivos más delicados que le dedicaron. Y para esta noche de gala, ha optado por un llamativo vestido en rojo, de corte recto, cuello alto y lazada al cuello, además de unas mangas con un enorme volumen, que eran la seña de identidad del modelo. Ha rematado el look con zapatos rosa fucsia y bolso del mismo color. Un diseño de Par Engsheden, el mismo que la vistió de novia. Lo mejor: la tiara doble de laurel, que también llevó en la boda de su hermana Magdalena, y que perteneció a la princesa Lilian.
Si algo tuvieron en común los cuatro estilismos del martes por la noche fue que dejaban al descubierto hombros, escote y parte de la espalda. Todo lo contrario a los vestidos escogidos por las cuatro damas reales para la noche de gala de este miércoles. Y, una vez más, la reina Silvia ha vuelto a imponerse, con un vestido de su fondo de armario en color añil, de los alemanes Georg & Arend, con el que ganó por goleada. Ha escogido, además, una de las diademas más impresionantes e históricas del joyero familiar, la tiara Connaugh, realizada con diamantes de diferentes tallas.
Magdalena y Sofía han dado total protagonismo a las flores, con diseños muy parecidos. La pequeña de los Bernadotte ha escogido un diseño de la sueca Ida Sjöstedt, con transparencias en la parte del escote y las mangas. Y también ha querido llevar una diadema muy especial para ella. Se trata de la tiara Fringe, que el rey Carlos Gustavo regaló a la reina Silvia por su décimo aniversario de boda. Pertenece a la colección privada de la reina, no al joyero real, por lo que nunca la lucen otros miembros de la familia que no sean Victoria o Magdalena, quien precisamente la escogió para su enlace.
Y la princesa Sofía ha dado un paso más, con las flores de su vestido de Ida Lanto en relieve. La esposa de Carlos Felipe ha querido modificar un poco el diseño original, luciéndolo con el cuello y la espalda completamente cubiertos, a diferencia del modelo en azul que llevó en la ceremonia de entrega de premios. Sofía ha sido la única que ha repetido la tiara del martes por la noche. Y es que es muy raro que lleve otra que no sea la que sus suegros le regalaron para su boda. Pero si el martes la lucía rematada con pequeñas turquesas, para este miércoles ha vuelto al diseño original, con pequeños diamantes en las puntas.
Silvia de Suecia o cómo ir más elegante y acertada que tus dos hijas y tu nuera. Así podríamos resumir la segunda noche de gala de los Premios Nobel, en la que los reyes de Suecia han recibido en el Palacio Real a los ganadores, acompañados de sus tres hijos, Victoria, Carlos Felipe y Magdalena, y sus parejas, con la única excepción de Chris O´Neill, también ausente en los actos del martes. Y si durante la ceremonia de entrega hubo, para mal, un nombre propio, el de Victoria, en esta noche de miércoles tampoco se ha quedado atrás, luciendo un vestido tan complicado como el del primer día.