Salmón, vino caliente y el cumpleaños de Silvia: las navidades de la familia real sueca

Este miércoles se daba el pistoletazo de salida a las navidades de la familia real sueca, con la tradicional elección de abetos que algunos estudiantes de ciencias agrícolas llevan hasta el Palacio Real de Estocolmo. Una cita en la que participaron Victoria de Suecia y su marido, el príncipe Daniel, además de su hijo pequeño, el príncipe Oscar, que se convirtió en la estrella de la mañana. Una tradición, junto con la festividad de Santa Lucía o la realización de la corona de Adviento, con la que los Bernadotte siempre cumplen. Aunque lo cierto es que este año serán unas navidades un poco atípicas y menos concurridas de lo habitual.

Y es que habrá una ausencia más que significativa, la de la princesa Magdalena, que por primera vez no pasará la Navidad en Suecia, sino en Miami, donde reside junto a su marido y sus tres hijos. Aunque pasó unos días en Estocolmo para participar en los actos de los Premios Nobel y otros compromisos de la World Childhood Foundation, que preside junto a su madre, la hija pequeña de los Reyes ya está de nuevo en Florida, donde tiene previsto pasar todas las vacaciones. Y es que parece que la reunión familiar en estas fechas no es tan obligatoria como el año pasado, cuando fue una de las condiciones que se le pusieron antes de que se trasladara a vivir a Estados Unidos.

Así pues, Magdalena estará ausente no solo en la reunión navideña, sino también en el cumpleaños de su madre, la reina Silvia, el próximo día 23, que siempre se celebra con una misa y posterior concierto en el castillo de Drottningholm, hasta donde se trasladan amigos y familiares para felicitarla y escuchar un fragmento del Evangelio, que ella misma lee para sus invitados el mismo día de su cumpleaños. La duda es si la familia permanecerá en el castillo para los días posteriores o se trasladarán a Estocolmo, ya que en los últimos años han celebrado la Navidad en estos dos lugares indistintamente.

En Suecia, especialmente el día 24 es uno de los más importantes del año, y para la familia real no es distinto. Desde por la mañana hay reuniones y actividades en familia, con tradiciones que se cumplen a rajatabla y que suelen empezar a partir de las 12 de la mañana, la hora habitual para los encuentros familiares. Las actividades empiezan comiendo un 'risgrynsgröt', que es una especie de arroz con leche pero caliente y que, como la figurita de nuestro roscón, puede tener un fruto seco dentro, que traerá suerte al que lo encuentre. Es tradición también reunirse hacia las 3 de la tarde en torno al televisor para ver una película de la factoría Disney, que se lleva emitiendo en la televisión sueca desde hace más de 30 años.

En la cena de Nochebuena de los Bernadotte -que suele ser tipo bufet- habrá platos típicos del país, para los que incluso el rey Carlos Gustavo aporta sus dotes culinarias. Entre ellos, el salmón, que nunca falta en la mesa, así como el 'glögg', una especie de vino caliente que se sirve con pasas. Es una noche muy especial en la que siempre reciben la visita de Santa Claus, que llega cargado de regalos, para alegría de los más pequeños de la casa. Y es que Estelle y Oscar, los hijos de Victoria y Daniel, y Alexander y Gabriel, los hijos del príncipe Carlos Felipe y Sofía de Suecia, serán sin duda el centro de atención de la reunión familiar, aunque este año no podrán disfrutar de la compañía de sus primos Leonor, Nicolás y Adriana.

El día 25 se pasa en familia, lejos de las grandes celebraciones y disfrutando del calor del hogar, la chimenea, los juegos, la música o, como mucho, algún paseo por los alrededores para disfrutar de la nieve, especialmente en los lugares más apartados de las ciudades. Y como cada año, el día de Navidad terminará con el tradicional discurso del rey Carlos Gustavo, que se asomará a los televisores de cada hogar para felicitar las fiestas a los ciudadanos suecos.