Marta Luisa y Ari: así encauzaron sus nuevas vidas junto a una abogada y un chamán

Tras catorce años casados y un año después del anuncio del divorcio de la princesa Marta Luisa de Noruega y Ari Behn, el escritor y artista de origen danés rehacía su vida sentimental con una mujer 10 años más joven que él, la abogada y socióloga Ebba Rysst.

"Es un gran cambio en mi vida. Se puede comparar con una muerte", afirmó Ari en alusión al duelo personal que le tocaba atravesar en ese momento y del que su pareja le ayudó a restablecerse.

Ambos eran naturales de la ciudad de Moss, y fue allí donde comenzó a forjarse su amistad, que luego derivó en amor. Su noviazgo se caracterizó siempre por la discreción. La abogada declaró el año pasado que, aunque tenían "una relación", el público no tenía "por qué conocer los detalles de eso”. De hecho, en la hora del fallecimiento de Ari Behn, se desconoce si seguían juntos.

Ebba se mostró recientemente muy crítica con la realización del documental 'Ari og halve Kongeriket' ('Ari y el Reino'), emitido en la televisión noruega y en el que su pareja confesó que, además de su depresión crónica, sufría también otra enfermedad: “Es como tener un cuchillo en el oído. Es una locura, como tener una colmena en la cabeza”.

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Y si la vida de Ari tras la separación no estuvo exenta de polémica –se vistió de drag queen para una fiesta con Carmen de Mairena en Barcelona, pidió limosna por las calles de Londres y consumió cocaína junto a unas prostitutas en un documental–, la de Marta Luisa de Noruega junto a su novio, el chamán Durek Verret, tampoco ha sido fácil.

La última llegaba a causa del “contenido poco ético” del último libro de autoayuda de Durek, en el que afirmaba que los niños infelices pueden padecer cáncer o que los espíritus pueden causar enfermedades venéreas.

Desde el principio de la relación, la familia de la princesa no ve con buenos ojos el idilio entre los dos y esto ha podido generar un desagradable clima con la prensa y los seguidores de la monarquía noruega.

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Durek, en una entrevista con 'The Times', declaraba hace unos meses que no esperaba la presión mediática a la que se ha visto expuesto y confesaba haber sufrido numerosas amenazas por el color de su piel: “Quieren verme colgado de un árbol, que un negro nunca debería entrar en palacio, que soy Rasputín”.

Por ahora, que sepamos, el chamán no tiene planes de boda con Marta Luisa: “Creo en el matrimonio, pero ahora no es nuestro foco. Nuestro foco es pasarlo bien”, ha dicho el estadounidense. Por cierto, recientemente Ari y Durek posaban juntos en Instagram demostrando que mantenían una buena relación.