El look de reina de las nieves con el que Mary de Dinamarca empieza el año

La familia real danesa tiene siempre un inicio de año de lo más movidito. Cada 1 de enero, la reina celebra una cena de gala en el Palacio de Amalienborg en la que los asistentes se presentan con sus mejores galas, y los días que siguen no son más tranquilos. Al día siguiente, el 2 de enero, la soberana ofrece una recepción también en palacio al mundo de la justicia, en la que está acompañada por los herederos, y este viernes recibía a representantes militares, también junto a Federico y Mary.

En estos primeros actos del año, la princesa Mary siempre suele repetir modelito, y este 2020 no ha sido una excepción. Si para la cena de año nuevo recuperaba un vestido de terciopelo burdeos de Birgit Hallstein que ya había llevado hasta en tres ocasiones, además en el mismo acto, para la recepción del 2 de enero volvía a tirar de fondo de armario con un diseño blanco.

Cual reina de las nieves, Mary apareció en palacio con un vestido blanco de manga francesa y talle recto, también de la diseñadora danesa Birgit Hallstein, al que ella le añadió un cinturón rosa para dar un toque de color, a juego con los salones de Gianvito Rossi.

La princesa ha llevado este vestido en otras tres ocasiones: lo estrenó en la cena de gala de año nuevo en 2015, lo repitió en la visita de Estado de Guillermo y Máxima de Holanda ese mismo año y lo lució por última vez en otra recepción diplomática a principios de 2016. Nos encanta cómo combinó el vestido, sobre todo con ese impoluto abrigo blanco. En cuanto a joyas, llevaba un collar de perlas a juego con unos pendientes y un anillo

Para la recepción del día 3, Mary hacía la propio y repetía también modelo. En esta ocasión un vestido burdeos a juego con una capa del mismo tono de Lasse Spangenberg, que estrenó en el mismo acto en 2017 y que repitió en 2018.

Con estas apariciones hemos comprobado que Mary se ha convertido en la reina del reciclaje. En una entrevista que concedió a mediados de 2019, la princesa habló del problema climático y de que el sector de la moda tenía mucho que ver en ello. Contó que se había propuesto no estrenar tanta ropa e intentar darle otas vidas a las prendas que ya tenía, y parece que lo está cumpliendo a rajatabla.