Meghan Markle reaparece en Canadá tras conseguir el apoyo de la reina Isabel

Parece que el Megxit que el príncipe Harry y Meghan Markle anunciaban hace exactamente una semana empieza a dar sus primeros pasos. Si hace unos días conocíamos el fichaje de la duquesa de Sussex por Disney -solicitud de trabajo de su solícito marido mediante-, ahora la exactriz ha vuelto a la carga, aunque en una tarea mucho más cercana a los deberes que había desempeñado hasta ahora dentro de la familia real, ya que ha visitado un centro de mujeres en Vancouver para preocuparse por sus necesidades.

Las afortunadas como primer compromiso de su nueva vida han sido las trabajadoras del centro Downtown Eastside Women's, que asesora y ayuda a mujeres de la zona, con ropa, alimentos o simple apoyo. Han sido ellas mismas las que han colgado en sus redes sociales una fotografía del grupo rodeando a una más que sonriente Meghan, vestida con unos sencillos pantalones negros, botas planas y un jersey beis, prendas rescatadas de su fondo de armario y acordes con el perfil bajo y alejado de la institución monárquica por el que han optado los Sussex.

Poco antes e igual de sonriente, se la podía ver en el aeródromo de la isla de Vancouver, para tomar un hidroavión que la llevara hasta el centro que visitó, en lo que suponían las primeras imágenes tras anunciar su decisión de abandonar su posición real y su posterior 'huida' de Reino Unido. No había rastro de Archie, a quien se supone en la lujosa mansión de la isla de Victoria donde los Sussex pasaron su retiro de seis semanas y donde en unos días comenzarán su nueva vida, cuando Harry, que tiene un compromiso oficial este jueves en Buckingham, se reúna con su mujer y su hijo.

El duque viajará para unirse a su familia a finales de esta semana y con algo muy importante en la maleta: el beneplácito de la reina Isabel, tras la reunión que tuvo lugar el pasado lunes en Sandringham y tras la cual la monarca anunció que apoyaba la decisión y trabajarían para poder llevarla a cabo. Un respaldo importante y con sabor a victoria que puede ser el motivo de la imborrable sonrisa que Meghan luce en Canadá.