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Isabel II, señalada: el error estratégico que pudo evitar el Megxit (y otros escándalos)
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UN MOMENTO DELICADO

Isabel II, señalada: el error estratégico que pudo evitar el Megxit (y otros escándalos)

Algunos medios de comunicación afirman que no debería haber despedido a su secretario, Lord Geidt, de quien prescindió en julio de 2017

Foto: La reina Isabel II, en una imagen de archivo. (EFE)
La reina Isabel II, en una imagen de archivo. (EFE)

Poco podía imaginar la reina Isabel II en 2019, cuando estaba inmersa en la gran crisis generada por la amistad de su hijo Andrés (algunos dicen que su favorito) con el pedófilo Jeffrey Epstein, que las cosas podían ir a peor este 2020 con el ya denominado Megxit, la crisis generada por los duques de Sussex al haber decidido dar un paso atrás y emprender una nueva vida a medio camino entre el Reino Unido y Canadá.

En una búsqueda de culpables, el dedo acusador ha llegado a la mismísima soberana británica, a quien se acusa de haber errado en su decisión de prescindir de su secretario personal durante diez años, Sir Christopher Geidt, en 2017. Un hombre, al parecer, con gran ascendiente entre la mayoría de los Windsor, con quienes se sentía legitimado para decirles cosas que tal vez no les apetecía escuchar y a quien, aun así, respetaban y de cuyos consejos tomaban nota.

placeholder Geidt, con la duquesa de Cambridge, en una imagen de archvio. (Getty)
Geidt, con la duquesa de Cambridge, en una imagen de archvio. (Getty)

En julio de 2017 abandonó su cargo, lo que llevó a la Casa Real a emitir un comunicado un tanto inusual para explicar su salida, que había suscitado innumerables comentarios y teorías al respecto. "Aunque nunca comentamos los detalles confidenciales de los empleados, se ha anunciado que en julio Sir Christopher Geidt renunciará después de diez años como secretario privado. (...) El príncipe de Gales y toda la familia real se comprometen a apoyar a la reina y están a su disposición. Más allá de eso, no vamos a participar en una historia basada en rumores de fuentes no identificadas".

Los rumores a los que hacían referencia en el mencionado comunicado apuntaban directamente al príncipe Carlos, a quien 'The Times' hacía responsable de su caída: "El cortesano más veterano de la reina se vio obligado a abandonar a consecuencia de una lucha entre el Palacio de Buckingham y el príncipe de Gales. (...) Se produjo en medio de sus diferencias sobre cómo gestionar la transición del poder entre la reina y su hijo mayor".

Según la prestigiosa y habitualmente rigurosa publicación, el duque de York, ahora caído en desgracia, habría apoyado a su hermano: "Al príncipe Andrés nunca le ha gustado. El sentimiento es mutuo". Al parecer, habría intentado mantener los gastos del exmarido de Sarah Ferguson bajo control y habría sido crucial también a la hora de gestionar la crisis generada por su relación con Epstein y la entrevista con devastadores efectos concedida para la BBC y grabada en Buckingham, sin que a día de hoy esté muy claro si la reina estaba al tanto de que ese iba a ser el escenario elegido.

placeholder Edward Young, con Boris Johnson. (Getty)
Edward Young, con Boris Johnson. (Getty)

Su sucesor en el cargo, Sir Edward Young, es retratado por la implacable prensa británica como alguien más endeble y "que no tiene la fortaleza de carácter" de su predecesor. Su gestión no solo ha sido cuetionada por los medios de comunicación. Al parecer, en el seno de los Windsor también hay voces que piden su cabeza.

Nada menos que dos de los hijos de la soberana británica, la princesa Ana y el príncipe Eduardo, querrían su cabeza. "Edward fue elegido por Carlos, porque quería a alguien débil, pero no ha sido ni sabio ni intuitivo", ha dicho una fuente a 'The Times', "Esto de Harry y Meghan no ha sucedido de repente. La situación del príncipe Harry no ha pasado sin más. Altos funcionarios como Geidt estaban advirtiendo sobre esto desde hace años y por eso Carlos y Andrés se deshicieron de él".

Según afirman, a Young le faltó la firmeza para defender los intereses de Isabel II en las conversaciones que había mantenido con los duques de Sussex, que solo les dijo lo que querían escuchar y no lo que necesitaban, por muy duro que fuera.

Otra fuente asegura que Geidt tenía el respeto de Harry y Guillermo: "Si todavía siguiera allí, es muy difícil que las cosas hubieran sucedido así. No hay disciplina. Todo el mundo filtra cosas y luego se gritan y se echan las culpas unos a otros".

Poco podía imaginar la reina Isabel II en 2019, cuando estaba inmersa en la gran crisis generada por la amistad de su hijo Andrés (algunos dicen que su favorito) con el pedófilo Jeffrey Epstein, que las cosas podían ir a peor este 2020 con el ya denominado Megxit, la crisis generada por los duques de Sussex al haber decidido dar un paso atrás y emprender una nueva vida a medio camino entre el Reino Unido y Canadá.

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