Lady Di hubiera apoyado a Meghan: la teoría de Andrew Morton, su biógrafo
El autor manifiesta que le hubiera dolido ver la separación de ambos hermanos y que hubiera hecho lo imposible por mantenerlos unidos
'No tomarás el nombre de Diana de Gales en vano' podría ser uno de los diez mandamientos que servirían como marco moral a la hora de hacer declaraciones para las personas que en alguna etapa de su vida se cruzaron con la inolvidable Lady Di, porque lo cierto y verdad es que hablar de lo que le hubiera parecido o no la relación de su hijo menor, Harry, con la actriz estadounidense Meghan Markle entra dentro del campo de la especulación y no de las certezas.
Hecha esta consideración, hay voces más autorizadas que otras y Andrew Morton, precisamente su biógrafo no oficial pero sí oficioso y con consentimiento de la propia exmujer del príncipe Carlos, sí conoció en la intimidad a la infortunada princesa del pueblo, por lo que sus suposiciones tienen algo más de fuste que las de otros colaterales de la familia real británica que han convertido en negocio el hablar por hablar.
Andrew Morton, artífice de 'Diana: su verdadera histora', publicado en 1992 y más vigente que nunca desde que se desvelaron los audios de la princesa que dieron pie a este libro y que se pueden escuchar en el documental 'Diana en sus propias palabras', disponible en Netflix, ha dado su particular veredicto después del denominado Megxit, palabra, por cierto, que pone en evidencia, de manera implícita, que son más los que responsabilizan a la mujer del príncipe Harry que a él.
El controvertido biógrafo, que ha publicado también un libro sobre la propia Meghan, considera que la princesa Diana hubiera estado del lado de la nuera a la que nunca llegó a conocer, según manifiesta en un artículo publicado por 'The Sun': "La princesa Diana hubiera sentido una gran compasión por Meghan y Harry, especialmente por Meghan".
Morton argumenta por qué la princesa hubiera apoyado y entendido a la que fuera protagonista de la serie 'Suits': "Al igual que la actriz estadounidense, Diana había estado casada con Carlos durante un año o menos antes de que fuera acusada de ser un demonio y un monstruo, que había expulsado a los aliados más próximos de su marido y al personal que más tiempo había estado a su servicio. En esa época, ella estaba en medio de lo que se denominó su 'época oscura', sufriendo un trastorno alimentario y depresión".
Una opinión muy autorizada
El biógrafo establece un gran paralelismo entre ambas: "Al igual que para Meghan, para ella el mundo de los royals era asfixiante; sus normas y regulaciones, agotadoras". Una forma de vida que tiene sus pros y sus contras, como ha puesto de manifiesto también en estos días la columnista Alyssa Rosemberg en 'The Washington Post', en un artículo con un títular muy contundente: "El lado oscuro de la huida del cuento de hadas de Harry y Meghan".
La periodista no se anda por las ramas y asegura que "esta última fractura dentro de la Casa de Windsor es la continuación de una historia muy triste de disfunción familiar. Más triste aún por el contraste con los ideales que la familia real debería representar".
Rosemberg, además, se pone en el lugar de los Sussex al haber dado este paso: "La Casa de Windsor tiene privilegios espectaculares, pero sus miembros también están bajo una tremenda presión. Aquellos de nosotros que lo vemos desde el exterior podríamos suspirar por el 'decorado' e imaginando lo que podríamos hacer con 20 millones de libras. De lo que no estoy tan segura es de cuánto pediríamos que nos pagaran por renunciar a nuestra personalidad, por realizar una interminable variedad de apariciones ceremoniales, pero abrumadoramente aburridas, mientras nos sometemos a las medias (las royals) -una alusión metafórica a ir siempre perfectas- y a una crítica mediática agotadora (para ambos sexos, pero peor para las mujeres) todos los días".
'No tomarás el nombre de Diana de Gales en vano' podría ser uno de los diez mandamientos que servirían como marco moral a la hora de hacer declaraciones para las personas que en alguna etapa de su vida se cruzaron con la inolvidable Lady Di, porque lo cierto y verdad es que hablar de lo que le hubiera parecido o no la relación de su hijo menor, Harry, con la actriz estadounidense Meghan Markle entra dentro del campo de la especulación y no de las certezas.