Kate Middleton, un bálsamo para Isabel II: sustituyéndola y brillando de rojo

No es poco lo que está viviendo Isabel II en estos últimos meses. A sus 93 años, la reina se ha enfrentado a dos graves problemas: el primero, y más delicado, las acusaciones de pedofilia que señalan directamente al príncipe Andrés después de conocerse su amistad con Epstein; el segundo, la recién pactada salida de la familia real por parte de Harry y Meghan Markle, quienes a partir de ahora vivirán de forma independiente en Canadá.

La soberana sabe que no son tiempos fáciles, pero también es conocedora de en quién puede confiar para el bien de la Corona. Y entre ellos se encuentran, claro está, los duques de Cambridge, quienes este lunes se convertían en los anfitriones de una recepción en Buckingham en representación de Su Majestad. El príncipe Guillermo y Kate Middleton han recibido en palacio a distintos mandatarios africanos para celebrar el África-UK Summit.

Durante su discurso, el príncipe recordó que África guarda un sitio en su corazón, pues fue el lugar en el que le pidió matrimonio a Kate. Fue en 2010, durante una estancia en Kenia, cuando el ahora duque de Cambridge hincó rodilla y le hizo la pregunta a su novia de toda la vida, quien, a la vista está, respondió que sí.

Para la ocasión, la duquesa estrenó un vestido rojo de la firma británica Needle & Thread, una de las favoritas de la princesa Beatriz de York. Se trata de un diseño, el modelo Aurora, con mangas y largo midi que combina encaje y lentejuelas formando motivos florales. El vestido -disponible también en azul, negro, rosa y blanco- tiene un precio de 555 euros, aunque ahora está rebajado y puede adquirirse por 375.

Kate combinó su estilismo con unos salones de ante rojo de Gianvito Rossi y clutch a juego de Jenny Packham. La duquesa lució por primera vez unos pendientes de rubíes.

Al evento también acudieron el conde y la condesa de Wessex, que estaban de celebración. Sophie ha cumplido 55 años este lunes y la 'birthday girl' se ha presentado también con un favorecedor vestido rojo de manga corta y bajo haciendo ondas de Alaïa. Tampoco faltó al encuentro la princesa Ana, vestida de azul marino. Parece pues que la reina echó mano de sus 'valores seguros' para esta cita, aquellos que no le han dado problemas.