Estefanía de Mónaco, a los 55: los 7 datos más curiosos de la princesa rebelde
La hermana de Alberto y Carolina de Mónaco ha sido considerada siempre la 'oveja negra' de la familia, por sus deseos de libertad e independencia, lejos de los protocolos de palacio
Estefanía María Isabel Grimaldi, o lo que es lo mismo, la princesa Estefanía de Mónaco, cumple este sábado 55 años. Cinco décadas y media de una vida rebelde, en la que muy poco le han importado las etiquetas de palacio y las normas impuestas por sus padres, especialmente por su madre, Grace Kelly, marcada por su vida en Hollywood, que abandonó para casarse con el príncipe Raniero. Prefiere que la conozcan como una 'mujer normal' y evita siempre que puede su título real, mostrando cierta 'alergia' a las reverencias. Y en su vida hay muchos capítulos que muestran cuánto deseaba salirse de las regalas estipuladas para ella y sus hermanos.
1. La ‘niña salvaje’. La princesa Estefanía de Mónaco –que también tiene el título de condesa de Polignac– nacía el 1 de febrero de 1965. Era la tercera hija del príncipe Raniero y Grace Kelly, quien desde los dos años la definía como su “niña salvaje”, por el carácter rebelde, independiente y testarudo que demostró desde sus primeros meses y que le acompaña aún hoy.
2. La tragedia de su vida. En septiembre de 1982, Estefanía y su madre volvían de su granja en Rocagel cuando tuvieron un accidente que costó la vida de la princesa Grace, mientras que a ella le causó varias heridas de las que se recuperó en pocos meses. Además del dolor por perder a su madre, la princesa Estefanía tuvo que convivir durante mucho tiempo con el rumor de que era ella quien iba conduciendo el vehículo. No fue hasta muchos años después que pudo hablar por primera vez del accidente a un medio de comunicación, desmintiendo esa información.
3. Su ajetreada vida amorosa. Muchos han sido los nombres que han estado vinculados sentimentalmente a Estefanía de Mónaco, entre ellos el actor Rob Lowe o Paul Belmondo, hijo del conocido actor francés. Se casó dos veces, la primera con Daniel Ducruet, y la segunda con Adans Peres, además de mantener una relación con el domador de elefantes Franco Knie, con el que incluso se fue a vivir a pesar de estar casado. Nunca quiso desvelar el nombre del padre de su tercera hija, Jean Raymond Gottlieb, hasta que la propia Camille lo dio a conocer en sus redes sociales.
4. La resignación de un padre. La vida amorosa de Estefanía nunca fue plato de gusto para Raniero. Se casó con Daniel Ducruet siendo ya madre de sus dos hijos mayores, lo que dolió profundamente al príncipe, que difícilmente abrió las puertas de la familia al guardaespaldas. Su matrimonio con Peres tampoco fue bien recibido: no solo le cortó el acceso a su fortuna, estimada en 2.000 millones de dólares, sino que retiró a sus dos hijos de la línea de sucesión. Todo volvió a la normalidad cuando se divorció del portugués, en 2003. Curiosamente de sus tres hijos, Louis y Pauline sí están incluidos en la línea de sucesión al trono, mientras que Camille no, ya que Estefanía nunca llegó a casarse con su padre.
5. Carolina, otra de las damnificadas. La testarudez de Estefanía quedó más que patente en 1978, durante la fiesta previa a la boda de su hermana, la princesa Carolina y su primer marido, Philippe Junot. Las crónicas de la época afirman que no se presentó a la cita porque ni su hermana ni su madre la dejaban ir en pantalones vaqueros.
6. La moda. A mediados de los 80 y ya recuperada de su accidente, Estefanía probó suerte en el mundo de la moda, apareciendo en la portada de publicaciones como ‘Vogue’ y ‘Vanity Fair’. Pero también hizo sus pinitos en el diseño: en 1984 empezó a trabajar con Marc Bohan, diseñador de la casa Dior, y lanzó una línea de trajes de baño en 1986, bajo el nombre de Pool Position, además de un perfume con su nombre.
7. La princesa cantante. También en 1986, Estefanía se adentró en el mundo de la música, con el lanzamiento de un single que tuvo un tremendo éxito, tanto en su versión francesa, ‘Ouragan’, como la inglesa, ‘Irresistible’. Su primer disco vendió más de un millón y medio de copias, aunque el segundo ya no estuvo a la altura de lo que se esperaba y el fenómeno se desinfló, dando paso a otros intereses de la princesa. Años más tarde, grabó ‘In the closet’, con Michael Jackson, aunque no usó su nombre real para los créditos. Su último coqueteo con la música fue en 2016, cuando lanzó una canción en beneficio de la organización Fight AIDS Mónaco, de la que es embajadora.
Aunque efímera, su carrera musical la llevó a diferentes platós de televisión, incluyendo algunos de nuestro país. Y no se preocupen, porque no se van a quedar con las ganas de escuchar a esta princesa rebelde. Aquí va nuestro particular homenaje a la cumpleañera.
Estefanía María Isabel Grimaldi, o lo que es lo mismo, la princesa Estefanía de Mónaco, cumple este sábado 55 años. Cinco décadas y media de una vida rebelde, en la que muy poco le han importado las etiquetas de palacio y las normas impuestas por sus padres, especialmente por su madre, Grace Kelly, marcada por su vida en Hollywood, que abandonó para casarse con el príncipe Raniero. Prefiere que la conozcan como una 'mujer normal' y evita siempre que puede su título real, mostrando cierta 'alergia' a las reverencias. Y en su vida hay muchos capítulos que muestran cuánto deseaba salirse de las regalas estipuladas para ella y sus hermanos.