El gran problemón de Magdalena de Suecia con su hija mayor, la princesa Leonore

"Los príncipes y princesas de la Casa Real deberán ser educados en la misma fe y dentro del Reino”. Así reza el artículo cuarto de la Constitución sueca, que a partir de este jueves pone a la princesa Magdalena en una complicada situación. Su primogénita, la princesa Leonore, cumple este 20 de febrero 6 años, por lo que el próximo mes de septiembre deberá ser escolarizada en territorio sueco, a riesgo de perder todos sus privilegios reales.

La Constitución deja claro que cualquier príncipe o princesa debe estudiar en Suecia si quiere mantener su título y su puesto en la línea de sucesión al trono. La educación obligatoria empieza en el país nórdico a los seis años; antes, los más pequeños acuden al preescolar o guardería. Sin embargo, Magdalena ya ha confirmado que sus tres hijos estudiarán en Florida, donde residen en la actualidad.

Esto pone a Magdalena y a la Corona en una complicada situación. Fue hace unos meses cuando el rey Carlos XVI Gustavo decidió reducir el núcleo duro de la familia real dejando de lado a los hijos de Carlos Felipe y a los de Magdalena, que a partir de entonces dejaron de ser Alteza Real para ser simplemente Alteza. Sin embargo, los nietos reales siguen manteniendo el título de príncipes así como su puesto en la línea de sucesión, algo ilegal en el caso de Leonore si nos atenemos a la Constitución.

Así pues, es muy probable que el próximo mes de septiembre, cuando la primogénita de Magdalena y Chris O'Neill empiece la escuela, pierda además su título de princesa y su puesto en la línea de sucesión. Eso si no se realiza alguna modificación en la Constitución, algo por otra parte poco probable.

Todas estas idas y venidas tienen que ver con el trabajo de Chris O'Neill. El empresario tiene negocios en varios países y no quiere renunciar a ellos mudándose a Suecia, donde su mercado es muy limitado. Precisamente, para poder seguir trabajando en lo suyo, Chris dijo que no al rey cuando este le ofreció un titulo real con motivo de su boda. Y es que de haberlo aceptado, tendría que haber dicho adiós a sus negocios, tal como estipula la ley.

“Conocí a la mujer de mi vida, a la mujer que amo, pero está claro que casarse con una princesa es un desafío; por supuesto, esto ha complicado mi vida por razones obvias. Pero no es que me haya visto obligado a pelear para preservar mi independencia, fue algo que discutimos con los padres de Magdalena en una etapa temprana y nunca tuvieron ninguna objeción", relató en febrero de 2018 Chris, quien no mantiene una buena relación con los medios.

Teniendo en cuenta los deseos de su marido y su imposibilidad de ejercer sus negocios en Estocolmo, llamó poderosamente la atención que Magdalena aceptara que su padre concediese a Leonore el título de princesa con tratamiento de Alteza Real, algo que la coloca inmediatamente en la línea de sucesión al trono, y el ducado de Gotland, las mismas condiciones que poseen sus otros dos hijos, Nicolas y Adrienne, así como los hijos de Victoria y los de Carlos Felipe.

Magdalena es bien conocedora de que si quiere que su hija siga siendo una princesa, su única opción es regresar a Suecia. Pero ella se niega, ya que los negocios de Chris están en los Estados Unidos. Finalmente, tendrá que ser el Gobierno sueco el que tome la decisión sobre qué hacer con Leonor en septiembre, y con sus hermanos en el futuro.