La reina Sofía, exultante en su última cita (y con reverencia de Esther Koplowitz incluida)

Parece que la vuelta a la agenda oficial le ha sentado la mar de bien a la reina Sofía. Si el martes presidía la entrega del Premio Íñigo Álvarez de Toledo con la opinión general de los medios de lo favorecida, incluso rejuvenecida, que aparecía, este miércoles era el turno de los Premios Iberoamericanos de Mecenazgo, donde se ha mostrado igual de feliz con todos los premiados e invitados, entre los que había caras muy conocidas. Doña Sofía es querida y lo sabe. Y en cada aparición pública se esfuerza por dar su mejor versión. Y esta vez no fue una excepción.

Eso sí, la Reina emérita tuvo que compartir protagonismo con una de las premiadas de la noche, Esther Koplowitz, galardonada por la labor que su fundación lleva realizando desde 1995. La empresaria mostró en repetidas ocasiones el profundo respeto que siente por doña Sofía, y una de ellas fue al recibir el premio, que consistía en una obra de la artista española Eva Fábregas. Ni el vestido largo ni los altísimos zapatos plateados que llevaba le impidieron dedicarle una sincera y exagerada reverencia. Lo mismo pasó cuando la reina Sofía llegó a la Academia de Bellas Artes de San Fernando y fue recibida por las autoridades. Esther Koplowitz hizo su genuflexión, a pesar de que la madre del rey Felipe VI quiso impedirlo.

Pero Esther Koplowitz no fue la única cara conocida que asistió a la cita. Al dar la bienvenida a la reina Sofía, junto a ella estaba Carlos Fitz-James, duque de Alba, quien fuera premiado en 2017 por el patrimonio de la Casa de Alba, que hoy gestiona él. Otras de las invitadas fueron Eugenia Silva y la también la empresaria Alicia Koplowitz, quien no suele faltar cuando su hermana recibe algún tipo de reconocimiento. Precisamente, el duque de Alba y Alicia fueron también dos de los protagonistas de la noche, ya que se ha especulado mucho sobre su relación, aunque ellos nunca nunca han confirmado que vaya más allá de la amistad que mantienen desde su juventud.

Para esta ocasión, doña Sofía fue fiel a sus trajes de chaqueta, con un diseño de cuadros que combinaba con zapatos y bolso en gris metalizado, y siempre acompañándolo con sus numerosas pulseras, que ya son casi una seña de identidad. Y como la semana anterior, también en esta ocasión la reina Sofía cumplía un compromiso oficial mientras el rey don Juan Carlos disfrutaba del fútbol. Y es que, casi a la misma vez que la Reina emérita entregaba los galardones, su marido se encontraba en el palco del Santiago Bernabéu presenciando el encuentro entre el Real Madrid y el Manchester City.