La firme decisión de Camilla cuando el príncipe Carlos ascienda al trono

La decisión está tomada desde hace quince años y no parece que nada ni nadie vaya a convencerles de lo contrario, a pesar de las especulaciones que han tenido lugar en los últimos días. Camilla Parker-Bowles no será reina consorte cuando su marido, el príncipe Carlos, asuma el trono. Un dato que Clarence House ha tenido que 'reconfirmar' de forma oficial, después de que un medio de comunicación afirmara que el príncipe de Gales estaba dispuesto a presionar a la duquesa de Cornualles para que aceptase el título.

La opción no tardaba en ser aplaudida por los partidarios de Camilla, que cada vez son más. Su trabajo dentro de la institución ha hecho que aumente su popularidad, por lo que muchos consideran que se merece llevar el título de reina consorte y que lo defenderá con nota. Pero no va a ser así. Camilla lo tiene igual de claro que cuando se casó con el príncipe Carlos, en 2005. Y al igual que nunca utilizó el título de princesa de Gales, a pesar de que tenía todo el derecho por su matrimonio, tampoco cuando su esposo sea rey asumirá el título que le corresponde. Camilla será, sencillamente, princesa consorte.

¿Cuáles son los motivos que llevan a la duquesa de Cornualles a mantenerse tan firme? Lo cierto es que no están claros. Sí hubo una razón clara para no adoptar el título de princesa de Gales en su momento: era como conocía el gran público a Lady Di. Y cuando Carlos hizo pública su relación y anunció su compromiso con su actual esposa, la imagen de su entonces novia estaba bastante denostada, ya que se la consideraba únicamente la amante del heredero, por lo que prefirió usar solo el título de duquesa de Cornualles para no crear más tiranteces con la opinión pública.

Pero las razones para que no adopte el título de reina consorte son mucho menos evidentes, ya que al ser mujer es el que le corresponde, mientras que no es así en el caso de los hombres. Cuando una monarca se convierte en reina de Inglaterra por herencia -algo que solo ha sucedido ocho veces en la historia-, su esposo no se convierte en rey, sino en príncipe consorte, como es el caso del duque de Edimburgo. Y parece que aunque la ley, la historia y la opinión pública lo avalan, Camilla prefiere optar por un título menos importante, al menos sobre el papel, ya que sus funciones serán exactamente iguales al lado del futuro rey.