El regreso de Meghan Markle: manitas con Harry, abucheos y una pedida de mano
Radiante y feliz. Así volvía la duquesa de Sussex a la vida oficial de la Casa Real británica, mientras contamos ya los días para su salida definitiva
Jueves por la noche en Londres. El foco mediático se concentra en la Mansion House, donde está prevista la entrega de los premios de la Fundación Endeavour. Un compromiso más con presencia real, si no fuera porque asisten los duques de Sussex, juntos. Y en el caso de Meghan Markle, es su reaparición en Reino Unido después de dos meses viviendo en Canadá. Y no solo eso, es el primero de los cuatro últimos compromisos oficiales que tiene antes de su salida definitiva de la Casa Real, el próximo 31 de marzo. La expectación está servida, y con razón.
La reaparición de la exactriz no decepciona. Está, además, muy guapa con un vestido de Victoria Beckham que se coloca en las primeras posiciones de la lista de sus mejores looks. Está radiante, resplandeciente. Parece que el haber tomado la decisión y haber estado dos meses alejada de los deberes reales le han sentado muy bien. Una felicidad que se transmite en el interior del edificio, donde habla con los nominados, siempre junto a su príncipe, del que apenas se separa. Meghan y Harry mantienen prácticamente todo el tiempo el contacto físico: una mano en la espalda cuando están de pie, una mano en la pierna cuando están sentados, manos entrelazadas...
Pero con lo que no contaba Meghan es que iba a tener que compartir protagonismo con otra pareja. Uno de los premiados aprovechó su momento de gloria para declararse a su novia, rodilla en tierra y anillo en mano. Y lo hizo delante de los duques de Sussex, que disfrutaron de la gala en primera fila, por lo que fueron espectadores y testigos de excepción del compromiso de esta pareja. Harry y Meghan contemplaron el momento, primero incrédulos y luego emocionados, especialmente ella, que no pudo evitar que se le humedeciera la mirada con la romántica escena.
Y hubo más, quizá uno de los momentos más esperados de la noche. Meghan tenía que presentar uno de los premios, con unas palabras previas. Y aunque no mencionó explícitamente su salida de la Casa Real, sí comentó algo de su estancia en Canadá y de su regreso: "Es muy agradable estar de vuelta". Claro que la pareja no se fue de rositas. Aunque su salida de la Mansion House no creó tanta expectación como la llegada, sí había algunos medios y algunos rezagados que querían ver a la pareja. Y aunque hubo gritos de aliento, también hubo algunos abucheos. Solitarios, sí, pero muy sonoros, ante los que la pareja permaneció impasible.
Jueves por la noche en Londres. El foco mediático se concentra en la Mansion House, donde está prevista la entrega de los premios de la Fundación Endeavour. Un compromiso más con presencia real, si no fuera porque asisten los duques de Sussex, juntos. Y en el caso de Meghan Markle, es su reaparición en Reino Unido después de dos meses viviendo en Canadá. Y no solo eso, es el primero de los cuatro últimos compromisos oficiales que tiene antes de su salida definitiva de la Casa Real, el próximo 31 de marzo. La expectación está servida, y con razón.