Beatriz de York y una boda en constante peligro: todas las amenazas (y una nueva)

El coronavirus, eso es lo que le faltaba a Beatriz de York para que su eternamente amenaza boda vuelva a ponerse en peligro. La nieta de Isabel II tiene previsto contraer matrimonio el próximo 29 de mayo con el empresario italiano Edoardo Mapelli Mozzi en la Capilla Real del Palacio de St James.

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Pero el coronavirus ha vuelto a traer un más que real y grave contratiempo, como es el hecho de que muchos de los familiares y amigos del novio no puedan viajar. Edoardo, quien posee la doble ciudadanía británica e italiana, proviene originalmente de Bérgamo, que se encuentra en Lombardía. La provincia del norte de Italia es uno de los epicentros de la crisis de coronavirus de Italia y el temor de que no se permitan los viajes al extranjero a las personas que viven allí, llegada la fecha señalada, es grande.

Una fuente cercana a la princesa ha declarado en 'Daily Telegraph' que el coronavirus ha paralizado los preparativos de la boda. "Aunque no hay ninguna certeza de que Italia permanezca cerrada hasta finales de mayo, obviamente todo esto arroja dudas sobre la lista de invitados".

La misma fuente ha asegurado que esta situación también podría afectar a los planes de Eduardo para su noche de despedida de soltero.

Además de esto, el coronavirus puede afectar a la lista de invitados, concretamente a personalidades tan importantes como el príncipe Felipe de Edimburgo. El virus es particularmente letal para las personas mayores y con problemas de salud, por lo que podría provocar la no asistencia del abuelo de la princesa e incluso a la posterior recepción que será organizada por la reina en el palacio de Buckingham.

Beatriz de York se las ha visto y se las ha deseado para poder concretar lugar y fecha para su deseada boda. Los escándalos de su padre convirtieron el enlace de la joven princesa en un evento incómodo para la reina.

El primero fue el caso Epstein. La imagen del príncipe Andrés quedó por los suelos y la polémica creada por su amistad con el magnate acusado de abuso sexual a menores, Jeffrey Epstein, salpicó a toda su familia. La boda por todo lo alto que Beatriz esperaba quedó reducida a un incómodo evento que no convenía que resonase con fuerza.

A mediados de febrero, la noticia de un nuevo escándalo sexual volvió a salpicar al príncipe Andrés cuando su imagen aún estaba muy manchada tras el caso Epstein. Peter Nygard, un magnate y diseñador de moda canadiense de 78 años, fue acusado de violar a adolescentes a las que, supuestamente, llevó a su mansión de Bahamas para drogarlas y abusar de ellas. De nuevo, la amistad del hijo de Isabel II con un hombre señalado como acosador sexual colocó a todos los York al borde del precipicio.

También los Sussex contribuyeron a que la boda de Beatriz no encontrara un hueco en la agenda real. La marcha de Harry y Meghan situó a la reina Isabel y a toda su familia en una difícil situación que generó eternas negociaciones que ocuparon todo su tiempo.

Demasiados escándalos seguidos azotaron a la familia tras el anuncio del compromiso de Beatriz de York. Esta tuvo que esperar a que las aguas se calmaran para poder formalizar el lugar y la fecha del enlace.

Cuando todo parecía encaminado, ahora llega un virus que vuelve a infectar a esta boda que parece maldita.