Letizia y Sofía: los dos grandes apoyos que le quedan al rey, en lo laboral y en la personal

Son tiempos inciertos para todos, pero en la familia Real española, los acontecimientos en plena crisis por el Coronavirus se están sucediendo de una manera inimaginable y están poniendo en peligro a la Institución y su reputación.

La Casa Real ha emitido este domingo 15 de marzo un contundente comunicado en el que pone de manifiesto que Felipe VI se ha puesto en contacto con su padre, el rey Juan Carlos, para hacerle saber que renuncia a la herencia que "personalmente le pudiera corresponder", así como "a cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada y que deben informar la actividad de la Corona". Además de esto, el rey de España ha decido que el rey emérito deje de percibir la asignación que tiene fijada en los Presupuestos de la Casa del Rey y que ascendía a 194.232 euros.

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La inaudita decisión llega después de las informaciones vertidas en diversos medios de comunicación y tras la documentación a la que 'The Telegraph' aseguró haber tenido acceso y que podrían demostrar que Felipe VI figuraba como beneficiario de dos fundaciones de su padre investigadas en Suiza por presuntos delitos de blanqueo de capitales.

Tras el escándalo, a Felipe VI no le ha temblado el pulso para desmarcarse de su padre y asegurar que no tenía ningún conocimiento de esta situación y que tanto él como su hija Leonor, como heredera del trono, se niegan a beneficiarse de cualquier modo de ningún dinero que pueda tener un supuesto origen ilegítimo.

No es la primera vez que Felipe VI se muestra contundente ante un caso de corrupción familiar. Ya lo hizo con su hermana, la infanta Cristina, y su cuñado, Iñaki Urdangarin, tras el caso Nóos.

Cristina y su familia desaparecieron del plano público y fueron retirados de todas sus funciones. A partir de aquel momento, Felipe VI reajustó las posiciones. Él, la reina Letizia y sus hijas, Leonor y Sofía, se convirtieron, junto a los eméritos, en el núcleo duro de la familia real.

El papel de sus hermanas quedó completamente relegado.

Ahora, Felipe VI se distancia de las supuestas actividades realizadas por su padre, la persona de la que todo aprendió, el hombre al que siempre había demostrado admirar y con quien siempre había mantenido una excelente relación.

El rey Juan Carlos ha sido un gran apoyo para su hijo, tanto en lo profesional como en lo personal, pero el comunicado emitido por Casa Real levanta ahora un muro entre la Corona y las actividades, presuntamente ilegales, en las que pudiera verse involucrado el emérito.

Ahora, a Felipe VI solo le quedan solo dos fuertes apoyos que en estos difíciles momentos jugarán un papel clave en su reinado. Estas personas son la reina Letizia y la reina Sofía.

Su madre siempre ha vivido con resignación cada complicado acontecimiento generado dentro del seno familiar, así como las decisiones que su hijo se ha visto obligado a tomar. Siempre discreta, siempre comprensiva y siempre con una sonrisa, Sofía no ha puesto jamás en una tesitura difícil a Felipe VI.

Las rencillas de la emérita con la reina Letizia le han dado, eso sí, más de un quebradero de cabeza. Ahora, nuera y suegra tendrán que aunar esfuerzos para remar en la misma dirección y apoyar, sin fisuras, a Felipe VI.

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En estos momentos en que Felipe VI ha dado el puñetazo en la mesa frente a las informaciones surgidas sobre su padre, las mujeres de su vida, Letizia, Sofía y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, serán sus grandes aliadas para continuar con la agenda oficial y con todos los compromisos que esta conlleve. También serán su mejor apoyo moral.