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El periodista que destapó la herencia oculta de Felipe VI: "Habrá más"
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CORINNA-VIRUS

El periodista que destapó la herencia oculta de Felipe VI: "Habrá más"

El 15 de febrero el 'Telegraph' comenzó a publicar una serie de informaciones sobre la fortuna oculta del rey Juan Carlos. Es el resultado de un año de trabajo de un 'freelance' británico

Foto: El Rey, durante un acto oficial en Sevilla. (EFE)
El Rey, durante un acto oficial en Sevilla. (EFE)

En la tarde del domingo 15 de marzo, un día después de que el Gobierno declarara el estado de alarma, la Casa Real envió el comunicado más extraordinario de su historia. "Ante las informaciones referidas a S.M. el Rey Don Juan Carlos aparecidas hasta la fecha en distintos medios de comunicación, la Casa de S.M. el Rey quiere hacer constar...". Los periodistas especializados pestañearon, tuvieron que leerlo dos veces para valorar su contenido. El rey Felipe renunciaba a la herencia que pudiera corresponderle de la fortuna privada de su padre (la Corona también es heredada, pero eso es otra historia) y además le retiraba su asignación anual. Pero además aceptaba implícitamente que el origen de ese patrimonio era tan turbio como indigno de un rey. Una bomba nuclear, vamos.

En ese mismo momento, en un piso de Madrid, un periodista británico soltó un suspiro de alivio. "Cuando tienes una información tan potente como esta, da igual cuánto lo hayas trabajado, siempre te queda un margen de inseguridad, piensas que alguien puede habértela colado, que puede haber algo que dé al traste con todo... pero no fue así. La verdad es que, estando el país en la situación que estaba, no esperaba que la Casa Real reaccionara tan pronto. Esperaba silencio, pensé que intentarían aguantar así un tiempo, el comunicado me sorprendió. Pero al mismo tiempo también me sentí aliviado", explica James Badcock.

Badcock es el periodista que firmaba la exclusiva que publicó el 'Telegraph' el sábado pasado y que señalaba por primera vez a Felipe VI como beneficiario de los 'negocios' de su padre. En un extenso reportaje, el redactor contaba, entre otras cosas, que el rey Juan Carlos creó el 31 de julio de 2008 la Fundación Lucum. Tal institución contaba con 'oficina' en Panamá y una cuenta en el banco privado Mirabaud, de Ginebra, donde había encontrado acomodo una 'donación' de 64.884.405 de euros proveniente del gobierno de Arabia Saudí. En los estatutos de Lucum, el rey Felipe aparecía como segundo beneficiario y su padre le encargaba el deber de cuidar de la familia con ese dinero en caso de fallecer.

En realidad, Badcock había encendido la mecha mucho antes. El pasado 15 de febrero, el 'Telegraph' publicó la primera de una serie de informaciones sobre el origen opaco de la fortuna de don Juan Carlos. Aquel día, la edición dominical del 'Telegraph' avanzaba que Álvaro de Orleans, primo lejano del rey Juan Carlos, se había embolsado 50 millones de francos suizos como comisión por la venta del Banco Zaragozano a Barclays en 2003. "El exrey de España se enfrenta a nuevas acusaciones sobre el origen de su fortuna". Dos semanas después, el 5 de marzo, Badcock volvió a la carga, "esta vez con una información un poco más sexy", reconoce el periodista: Juan Carlos había volado alrededor del mundo en aviones privados usando aquel fondo de su primo, hecho carne en una fundación llamada Zagatka.

Un millón para ir a Vancouver

El rey Juan Carlos gastó cinco millones de euros en vuelos en jet privado entre 2016 y 2019, y la factura siempre la pagaba Zagatka, con sede en Liechtenstein. Vuelos que salían de Torrejón de Ardoz con los destinos más variopintos: Abu Dabi, República Dominicana, Bermuda, Nassau. En una ocasión, cuenta el periodista, se pagó cerca de un millón de euros para trasladar a Juan Carlos de Madrid a Vancouver, donde participó en el Mundial de Vela (y ganó, por cierto).

El mismo día en que el 'Telegraph' publicaba lo de los vuelos, dos periodistas suizas ocupaban la portada de la 'Tribuna de Ginebra' con otra exclusiva. "El 8 de agosto de 2008, mientras su país se hundía en la crisis financiera, el soberano español recibió un obsequio suntuoso y secreto: 100 millones de dólares, pagados por el rey de Arabia Saudita en ese momento, Abdalá". Los millones fueron a parar a la cuenta que la entonces recién nacida Fundación Lucum (de la que el rey Felipe es beneficiario) había abierto en el banco suizo Mirabaud. El Rey fue tirando de ese dinero hasta que donó el resto (los 65 millones) a Corinna Zu Sayn-Wittgenstein.

placeholder El rey Juan Carlos y el rey Felipe, juntos en un acto. (EFE)
El rey Juan Carlos y el rey Felipe, juntos en un acto. (EFE)

¿Un regalo inocente, propio de los generosos saudíes? Esa es la versión oficial. Las periodistas iban más allá lanzando una de las hipótesis que está manejando el fiscal suizo Yves Bertossa. Las empresas españolas consiguieron el contrato del Ave a La Meca, entre otras cosas, porque rebajaron un 30% el presupuesto en el último minuto. "¿Pagaron los saudíes a Juan Carlos para convencer a las empresas españolas de que bajaran sus precios y hacer así el tren más barato?".

Un año de trabajo

Como una serpiente, las informaciones del 'Telegraph' (y otros medios como El Confidencial, 'El Español' u 'OK Diario') se han enroscado en la monarquía española y amenazan con estrangularla. James Badcock, nacido en Cornualles, periodista 'freelance', contempla "con emoción" los frutos de un año de trabajo, meses de investigación, de trato "con fuentes muy solventes" para construir esta historia que el gracejo español ha convertido en el 'corinna-virus'.

"Llevo en España trabajando como periodista 15 años (primero en 'El País', luego como autónomo). Siempre me ha interesado este tema, sobre todo a partir del percance de Botsuana; me llamaba mucho la atención la desconexión que existía entre todos los rumores que circulaban sobre la fortuna del rey Juan Carlos y lo que se había puesto negro sobre blanco, que es muy poco. En mis ratos libres he procurado acercarme a gente que me ayudara a adentrarme en este tema... y al final tuve suerte", dice con humildad.

placeholder El rey Juan Carlos, junto a Corinna Zu Sayn-Wittgenstein en 2006. (Getty)
El rey Juan Carlos, junto a Corinna Zu Sayn-Wittgenstein en 2006. (Getty)

"La información era potente porque las fuentes eran muy solventes también", asegura. El británico hizo su trabajo para contrastar: llamó a Dante Canonica, a Arturo Fassana, a la Casa del Rey, a Álvaro de Orleans, a los Albertos, a Corinna, "todo el mundo tuvo su oportunidad de hablar", explica. ¿Recibió presiones para que no hiciera público lo que sabía? "No, solo percibí algún intento de sacar otro material a la vez para mitigar el impacto de la exclusiva... pero no". La Casa del Rey le dijo que no haría comentarios hasta que sorprendió aquella tarde de domingo con el comunicado que ha roto definitivamente la imagen de don Juan Carlos.

¿Aguantará la versión de Felipe VI?

Dado que lleva un mes publicando información exclusiva sobre el asunto, la pregunta es obligada. ¿Habrá más? "Ahora mismo físicamente no tengo más información", asegura, "pero ya estoy trabajando en ello, habrá más", aduce un tanto críptico y con aire triunfal. "Hay dos líneas de investigación ahora mismo. Una sería adentrarse en la 'época dorada' del Rey emérito, que no sé si tiene mucho gancho para un medio extranjero. La otra, más interesante, es ver si aguanta la versión que ha dado Felipe VI de que solo supo de la Fundación Lucum hace un año. Él dice que permanecía ajeno a este tema. Veremos si es así, es un punto de partida". Y avisa: "Seguramente hay más fondos y más dinero de la fortuna de Juan Carlos por ahí. Veremos si hay más conexiones y el actual Rey no sabía más de lo que dice".

Badcock ha trabajado para medios como la BBC, 'Los Angeles Times', 'Newsweek' o el 'Telegraph', pero es consciente de que esta puede ser la historia que defina su carrera. Para un periodista 'freelance' es un hito y se siente "afortunado". "Al principio me costó un poco convencer a mis jefes de que este tema era importante, lo de Barclays y el Zaragozano les parecía un poco lejano, pero bueno, tras ver la repercusión del asunto y después del comunicado del Rey me apoyan plenamente", asegura.

placeholder El rey Felipe y la reina Letizia, en una imagen de archivo. (Getty)
El rey Felipe y la reina Letizia, en una imagen de archivo. (Getty)

Por último, satisfacemos una curiosidad personal. De todos los personajes de película con los que cuenta esta historia, ¿cuál es su favorito? No lo piensa mucho: "Corinna, sin duda". "Es la persona más curiosa y más enigmática de toda la trama". ¿Cree que es una cuestión de despecho o está luchando por su supervivencia? "Yo creo que ella está muy asustada, se siente acosada, es una realidad, tiene un auténtico dosier de vivencias que atestiguan lo que está viviendo, un dosier que ya publicó el 'Daily Mail' y en el que abundaremos en el 'Telegraph' próximamente".

Desde su confinamiento en Madrid, James sigue trabajando. "Ahora en temas del coronavirus", lamenta, aunque sin perder de vista el laberinto que se ha abierto bajo sus pies. Para el fin de semana ya prepara "una historia de color con alguna novedad". Ahora o más adelante, permanezcan atentos a sus pantallas.

En la tarde del domingo 15 de marzo, un día después de que el Gobierno declarara el estado de alarma, la Casa Real envió el comunicado más extraordinario de su historia. "Ante las informaciones referidas a S.M. el Rey Don Juan Carlos aparecidas hasta la fecha en distintos medios de comunicación, la Casa de S.M. el Rey quiere hacer constar...". Los periodistas especializados pestañearon, tuvieron que leerlo dos veces para valorar su contenido. El rey Felipe renunciaba a la herencia que pudiera corresponderle de la fortuna privada de su padre (la Corona también es heredada, pero eso es otra historia) y además le retiraba su asignación anual. Pero además aceptaba implícitamente que el origen de ese patrimonio era tan turbio como indigno de un rey. Una bomba nuclear, vamos.

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