La vuelta de Harry y Guillermo de regente: las locas jugadas del Covid-19 en Buckingham

Le ha costado, pero al final la reina Isabel se ha confinado y ha cancelado todos sus compromisos oficiales. Esta misma semana la veíamos por última vez en una audiencia privada en su despacho de Buckingham, tomando ciertas precauciones recomendadas por las autoridades sanitarias. Pero el jueves la monarca ya echaba el cierre y se recluía en Windsor, hasta donde también era trasladado el duque de Edimburgo para pasar el periodo de aislamiento, más que aconsejable en ambos casos, debido a su avanzada edad, y especialmente en el del príncipe Felipe, por los problemas de salud que ha tenido últimamente.

La reina seguirá manteniendo su reunión semanal con el primer ministro por teléfono y seguirá realizando sus labores de despacho, pero no podrá estar presente en ningún acto. Lo mismo pasa con el príncipe Carlos. Su edad, 71 años, hace que se encuentre dentro de los grupos de riesgo, al igual que Camilla, su esposa, por lo que ambos están también en aislamiento. Por tanto, ni la monarca ni el heredero podrían representar a la Corona en caso de que se requiera su presencia física para algún asunto de Estado. Pero la institución está en buenas manos, ya que es el príncipe Guillermo quien asume esa responsabilidad y sustituirá a la reina en caso de necesidad.

En los últimos meses, el duque de Cambridge ha ido asumiendo un papel cada vez más importante dentro de la institución, con numerosos patronazgos y actos que Isabel II ha delegado en su nieto, por lo que los analistas reales creen que es lo más "sensato y natural", además de que "hará un gran trabajo" como máximo representante de la Corona en este momento tan especial.

Pero no sería el único que vería sus funciones actuales alteradas y tendría que dar la talla en esta situación. Y es que, en una caprichosa carambola del destino, el príncipe Harry podría tener que volver a asumir su papel como consejero de Estado, aunque tendría que ser también de forma telemática, ya que Canadá ha cerrado sus fronteras y varios aeropuertos. Y además podría hacerlo incluso a partir del 1 de abril, cuando oficialmente deja de ser miembro de la Casa Real, ya que no es indispensable que lo sea para que asuma el papel de consejero de Estado, tal y como marca la ley británica.

Pero aún hay más. Porque incluso la princesa Beatriz también podría tener que asumir un papel más activo si las cosas se ponen feas. Los consejeros de Estado son el consorte del rey o la reina que ocupe el trono en ese momento y las primeras cuatro personas en la línea de sucesión al trono mayores de 21 años. En este caso, son el príncipe Felipe, el príncipe Carlos, el príncipe Guillermo, el príncipe Harry y el príncipe Andrés. Supongamos que en un momento dado se necesitan dos consejeros de forma presencial. Tenemos que quitar, de momento, a los dos primeros, ya que se encuentran aislados por su edad. El duque de Cambridge representaría a la reina, mientras que los otros dos consejeros serían Harry y Andrés. Teniendo en cuenta que Harry está en Canadá y actualmente no puede viajar, tendría que ser Beatriz la siguiente. Una situación muy extrema y difícil de que se dé, pero que, tal y como están las cosas, nadie descarta.