Meghan Markle y Harry quieren ser vecinos de los Beckham (y les cuesta 3 millones)
Según la información esclusiva de 'The Sun', la pareja está pensando en construirse una casa en el exclusivo club Soho Farmhouse, muy cerca de la conocida pareja
Parece que el confinamiento de Meghan Markle y el príncipe Harry en Canadá les está sirviendo para dar vueltas a su futuro más inmediato. Y parece que una de sus decisiones es ampliar su cartera de propiedades inmobiliarias. Si conocíamos el interés que habían mostrado por una mansión en Vancouver, donde se encuentran ahora, y otra en Malibú, tampoco han descartado que sea en Reino Unido donde hagan una nueva inversión, a pesar de que en el comunicado en el que describían los términos de su salida de la Casa Real afirmaban que Frogmore Cottage seguiría siendo su cuartel general cuando estuvieran en suelo británico.
Pero tener una propiedad en medio del bosque para fines de semana y vacaciones es muy tentador. Y más si es en un club privado en el que pueden vivir solo unos pocos privilegiados, por lo que la discreción y la intimidad están aseguradas. Hablamos de Soho Farmhouse, una exclusiva zona de Oxfordshire, en el corazón del Reino Unido, donde ya estuvieron pasando su primer verano como recién casados. Ya entonces alquilaron durante un tiempo un granero rehabilitado y reformado como vivienda. Y parece que ahora quieren dar un paso más y tener su propia casa en la zona.
Según la información exclusiva de 'The Sun', la pareja estaría planeando construirse una casa de tres habitaciones, muy cerca de la granja que tienen en la zona Victoria y David Beckham, en la que pasan vacaciones y fines de semana y que conocemos gracias a las redes sociales de toda la familia. Pero no serían los únicos nombres conocidos que son parte de este exclusivo club, ya que entre sus ilustres vecinas se encuentran también Kate Moss o Stella McCartney, otra de las diseñadoras favoritas de la duquesa de Sussex.
Y, claro, todo tiene un precio, y este capricho inmobiliario también. Y aunque a priori no parece que sus expectativas sean muy ambiciosas, las características de la casa y el precio del suelo de esta exclusiva zona hace que se vayan a gastar unos tres millones de libras -unos 3,3 millones de euros-. Una cantidad que están dispuestos a pagar para obtener la tranquilidad y privacidad que llevan reclamando desde hace meses. Pero no hay que olvidar que también siguen haciendo frente a los 2,5 millones de libras que costó la reforma de Frogmore Cottage y que acordaron devolver al negociar los términos de su salida de la Casa Real británica. En total, más de cinco millones de libras que indican la holgura de sus respectivas cuentas corrientes.
Parece que el confinamiento de Meghan Markle y el príncipe Harry en Canadá les está sirviendo para dar vueltas a su futuro más inmediato. Y parece que una de sus decisiones es ampliar su cartera de propiedades inmobiliarias. Si conocíamos el interés que habían mostrado por una mansión en Vancouver, donde se encuentran ahora, y otra en Malibú, tampoco han descartado que sea en Reino Unido donde hagan una nueva inversión, a pesar de que en el comunicado en el que describían los términos de su salida de la Casa Real afirmaban que Frogmore Cottage seguiría siendo su cuartel general cuando estuvieran en suelo británico.