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Farah Diba: la tragedia familiar que hoy le será inevitable revivir
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Farah Diba: la tragedia familiar que hoy le será inevitable revivir

A pesar de que la desgracia se ha cebado con su familia, la emperatriz (muy amiga de la reina Sofía) y su hijo mayor mantienen viva la causa de la extinta monarquía iraní

Foto: Farah Diba, en una imagen de archivo. (Getty)
Farah Diba, en una imagen de archivo. (Getty)

Pocas veces alguien puede decir sin temor a que le llamen presuntuoso que lo ha vivido todo. Le ocurre a Farah Diba. La jovencísima hija de un capitán del Ejército imperial que se convirtió en la emperatriz de Persia. Ella personificaba la gran esperanza de conseguir un heredero varón para el sha tras la triste experiencia de dos matrimonios y el repudio de la princesa Soraya. Pero el cuento de hadas tornó en relato dramático, tras la revolución iraní de 1979. Mohamed Reza Pahlevi y su esposa huyeron al exilio y erraron entre Marruecos, Bahamas, México, Estados Unidos, Ecuador, Panamá y finalmente Egipto, donde falleció el emperador en julio de 1980.

Ella se instaló definitivamente en Estados Unidos, donde también reside su hijo mayor, Reza, el encargado de mantener el legado de una monarquía extinguida. A pesar de estar instalada al otro lado del océano, la emperatriz viaja con frecuencia a Europa, donde mantiene numerosos amigos entre las monarquías del viejo continente. Farah fue, de hecho, una de las pocas invitadas royal al 80 cumpleaños de la reina Sofía. Felipe VI la invitó personalmente a una comida en Zarzuela y posteriormente a un concierto en la Escuela Superior de Música Reina Sofía, junto a Noor de Jordania o la aristócrata Paloma O'Shea.

placeholder El sha de Persia con su esposa y tres de sus hijos. (Cordon Press)
El sha de Persia con su esposa y tres de sus hijos. (Cordon Press)

Lo cierto es que la emperatriz ha logrado seguir con su vida a pesar de la tragedia que la ha golpeado una y otra vez desde los años 80. "Si algo he aprendido en la vida es a no compadecerme de mí misma y a mirar hacia delante", reconoció en una entrevista concedida a finales de 2016 a la revista alemana 'Bunte'. En ella, hablaba extensamente de los dos momentos más dolorosos de su vida: los suicidios de sus dos hijos menores, con una década de diferencia.

"Por qué se quito la vida"

En la citada charla, confesaba que cada día pensaba en sus hijos, Ali Reza y Leila, la primera de los dos en quitarse la vida, una decisión que la emperatriz dice "seguir sin comprender". "Leila era una mujer inteligente y comunicativa. Lamentablemente se topó en su camino con gente equivocada. Lo intenté todo para ayudarla. Incluso la acompañaba al médico. Tristemente decidió abandonar este mundo", afirmaba una madre que decía extrañarla cada día. Y repetía: "Hasta el día de hoy no consigo explicarme por qué se quitó la vida. A veces esperamos algo de un hijo que hace exactamente todo lo contrario".

Leila, su hija pequeña, murió en Londres en 2001 a los 31 años. Hoy hubiera cumplido 50, una cifra redonda y dolorosa que obligará a Farah a revivir aquellos momentos oscuros. Fue encontrada en la habitación de un hotel, tras haber tomado una mezcla explosiva de cocaína y otras drogas. Para Farah Diba su único consuelo es que siempre tuvieron "muy buena relación". "Su padre también tenía debilidad por ella, lo que no es de extrañar pues era lista, cariñosa y muy bonita". Leila nunca se recuperó de la pérdida de su padre.

Diez años después, en enero de 2011, llegó la muerte de Ali Reza, el hijo menor, "muy inteligente, excelente estudiante de la historia y la cultura iraní". "Siempre me sorprendía con sus conocimientos sobre Oriente Medio. Era amigable y con mucho sentido del humor. Le encantaba viajar y descubrir otras culturas", recordaba su madre en la entrevista con 'Bunte'. Ali Reza Pahlevi se mató tras años de lucha contra la depresión. "Él y Leila fueron víctimas del exilio que nos tocó vivir. Para ellos era horrible cambiar de un país a otro, mientras en Irán sucedían cosas terribles y se hablaba tan mal de su padre en la televisión. Pero en el exilio he aprendido a no compadecerme. Gracias a las cartas y correos electrónicos sé que puedo hacer mucho por mi país".

placeholder La emperatriz, en el funeral por Jacques Chirac. (Reuters)
La emperatriz, en el funeral por Jacques Chirac. (Reuters)

Aún le quedan dos hijos. El mayor, Reza, muy activista, y la princesa Farahnaz. Reza está casado con Yasmine Pahlavi, una abogada con la que el príncipe ha tenido tres hijas. En Facebook, Yasmine anunció a finales de 2018 que padecía cáncer de mama: "Queridos amigos, me gustaría aprovechar esta oportunidad para hacerles saber que me diagnosticaron cáncer de mama. Este es un momento difícil, pero me siento inspirada por la fuerza y ​​el coraje de las mujeres en Irán. Espero aprovechar esta oportunidad para concienciar a las mujeres sobre el cáncer y la salud". Un trago más para una familia muy golpeada por la desgracia.

Pocas veces alguien puede decir sin temor a que le llamen presuntuoso que lo ha vivido todo. Le ocurre a Farah Diba. La jovencísima hija de un capitán del Ejército imperial que se convirtió en la emperatriz de Persia. Ella personificaba la gran esperanza de conseguir un heredero varón para el sha tras la triste experiencia de dos matrimonios y el repudio de la princesa Soraya. Pero el cuento de hadas tornó en relato dramático, tras la revolución iraní de 1979. Mohamed Reza Pahlevi y su esposa huyeron al exilio y erraron entre Marruecos, Bahamas, México, Estados Unidos, Ecuador, Panamá y finalmente Egipto, donde falleció el emperador en julio de 1980.