Piers Morgan, el gran enemigo de Meghan, cumple 55 con la popularidad por las nubes

Piers Morgan no se anda con paños calientes, lo que lleva a que haya una opinión muy polarizada sobre él. Aun así, cada pequeño movimiento en su vida es seguido con enorme interés tanto por sus fans, que los tiene a millones, como por sus detractores, que no son pocos. Cuando el pasado 26 de marzo no acudió a su programa, 'Good Morning Britain', las redes sociales se llenaron de mensajes de inquietud en plena crisis del coronavirus, en la que él, por cierto, ha tomado un papel muy activo, pidiendo públicamente a la gente que se quede en casa y lanzando un incendiario mensaje contra las multas de tráfico impuestas a los trabajadores que están atendiendo emergencias sanitarias.

Gestos de estas características han hecho que su valoración en estos días haya subido como la espuma, en un país donde se hacen encuestas de todo tipo y las casas de apuestas son capaces de establecer las posibilidades de que las cosas más peregrinas puedan suceder. Las expectativas, por ejemplo, de que pudiera ser nombrado caballero o que incluso diera el salto a la política, son cada vez más altas. Sus opiniones tan controvertidas, como las grandes diatribas que ha lanzado contra Meghan Markle, no parecen pasarle factura y le han dado una notoriedad que ha trascendido incluso fronteras. Llega, sin duda, a los 55, que cumple este 30 de marzo, en plena forma.

Su animadversión hunde sus raíces en la época en la que Meghan era una actriz emergente y, por los argumentos que esgrime, se podría interpretar incluso como una 'vendetta'. Según él mismo ha relatado, su relación viene de atrás. "Llegué a conocerla muy bien durante dos años. Nos mandábamos muchos mensajes y correos electrónicos. Una noche en Londres nos tomamos un par de cervezas. Más tarde, en el taxi, me dijo: 'Me lo he pasado muy bien'. Y en ese mismo taxi se fue a una fiesta a la que acudió el príncipe Harry y al día siguiente tuvieron una cita. Nunca volví a saber nada de ella. Nunca".

El pasado otoño en el programa de televisión australiano 'Today Show', Piers Morgan no dejó pasar la ocasión de darle un consejo al nieto de la reina Isabel II, que ahora emprende una nueva vida en América: "Le deseo buena suerte a Harry. Espero que sepa lo que está haciendo. Si todo sale mal, no me vengas llorando. No digas que no te avisé".

En España, como es lógico, Piers Morgan es un gran desconocido, porque sus trabajos no han tenido aquí ninguna repercusión, pero tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos es una de las máximas estrellas de la controversia. Su trayectoria, siempre ascendente, ha estado jalonada por algunos escándalos y por una clara vocación, al igual que lo que le achaca a Meghan, de llegar lo más lejos posible. Y lo ha conseguido.

Su carrera comenzó en algunos de los tabloides (término que se utiliza en el Reino Unido para hacer alusión a la prensa sensacionalista) más importantes del país y con solo 29 años, en 2004, alcanzó el puesto de director de 'The Sun', medio propiedad del magnate de las comunicaciones Rupert Murdoch. Este nombramiento le convertía en su país en la persona más joven en conseguir un logro de estas características en más de cincuenta años.

Posteriormente llegaría su gran oportunidad mediática al ocupar el lugar que dejó el emblemático Larry King en CNN, con un programa que llevaba su propio nombre, 'Piers Morgan Live', lo que nos da una medida de su nivel de influencia. Otros hitos de su currículum son haber sido jurado de 'America's Got Talent' y su edición británica, y ganar la séptima temporada de 'Celebrity Apprentice', el reality show del que ahora es presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que estuvo al frente de este formato entre los años 2008 y 2015. Su reencuentro público se produciría en marzo de 2016, cuando le entrevistó en el programa 'Good Morning Britain', unos meses antes de que el millonario empresario derrotara en los comicios estadounidenses a Hillary Clinton.

Puesto en entredicho en diversas ocasiones por sus prácticas periodísticas, está divorciado de Marion Shalloe, madre de sus tres primeros hijos, desde 2008, tras diecisiete años de matrimonio. En junio de 2010 se casó de nuevo con la periodista Celia Walden, hija del exministro conservador George Walden. La pareja tiene una hija.