Los fotógrafos de Letizia, Máxima y Kate Middleton nos desvelan sus secretos
Hablamos con José Gegúndez, Albert Nieboer y John Rainford. Ellos nos cuentan cómo es seguir día a día a la reina Letizia, la reina Máxima y Kate Middleton
Testigos mudos. Así podríamos definir a los fotógrafos que, día a día, siguen a los miembros de la realeza. Están allí, presentes en cada uno de los actos, con sus cámaras preparadas para no perderse detalle. Viajan de aquí para allí en busca de las mejores imágenes, pero siempre ocupan un segundo plano, ya que hablan a través de su objetivo. Pero en Vanitatis ahora les damos voz a tres de ellos.
Hablamos con el español José Gegúndez, de Limited Pictures, el holandés Albert Nieboer, de Royal Press Europe, y el británico John Rainford, fotógrafo de los Windsor. Ellos nos cuentan cómo es seguir día a día a la reina Letizia, la reina Máxima y Kate Middleton, y nos confiesan los secretos detrás de sus fotos más icónicas.
"El protocolo impide una relación cercana"
Empecemos con Albert Nieboer, quien sigue los pasos de los Orange desde hace décadas, y nos explica lo bien que se trabaja con Máxima: "En general, es fácil trabajar con ella, es una profesional y nos da su mejor sonrisa a la llegada y a la salida. Ella trabaja mucho y no solo en los Países Bajos, sino también en países de África y el Lejano Oriente, como defensora especial del secretario general para Finanzas Inclusivas de la ONU. Lo está haciendo con bastante éxito desde hace diez años".
El holandés nos cuenta que su evento favorito del año es "el Koningsdag, la celebración del cumpleaños del rey, cada 27 de abril. La familia real visita una ciudad en cualquier lugar de los Países Bajos. También me gusta la apertura del parlamento, el tercer martes de septiembre, cuando el rey y la reina van en un carruaje dorado desde el palacio hasta el parlamento. Allí el rey da un discurso y después vuelven al palacio y se quedan dos minutos saludando desde el balcón".
Para Albert uno de los puntos fuertes de su trabajo "es viajar por Europa y el resto del mundo". Eso le ha llevado a conocer a distintas personalidades y tener una gran lista de anécdotas, como cuando en 2013 visitó Brunéi junto a Beatriz, Guillermo Alejandro y Máxima: "Durante el segundo día de trabajo un joven con uniforme vino a saludarnos a mí y a mis colegas. Nadie sabía quién era, pero al final descubrimos que se trataba del príncipe heredero de Brunéi".
A pesar de estar en cada uno de los actos de los Orange, Nieboer reconoce no tener relación con ellos. "Los miembros de la realeza holandesa me conocen porque llevo 20 años haciendo este trabajo, pero el protocolo no da espacio para tener una relación como las que tenemos en la vida cotidiana. Sin embargo, tengo una buena relación de trabajo con el príncipe Carlos -pretendiente carlista al trono español- y la princesa Annemarie Borbón Parma".
Cuando le preguntamos por su foto favorita lo tiene claro: "Tomé una imagen de Máxima llegando al Palacio Imperial de Tokio durante una visita de Estado en octubre de 2014, la tomé con un ángulo amplio para que se pudiera ver la limusina de Estado cuando la reina bajaba, y se veía una parte de la ceremonia de bienvenida".
"Es difícil tener una foto de Kate Middleton mirando a cámara"
Por su parte, John Rainford coincide con su colega holandés al asegurarnos que la relación entre fotógrafo y royal es distante. "Es bastante inusual en el Reino Unido interactuar con la familia mientras se trabaja. Llegan, se toman las fotos y se van". Sin embargo, a él se le ha quedado guardada en la memoria una situación que vivió con los condes de Wessex en un acto benéfico: "Resultó que era el mismo día que el cumpleaños de Sophie y la organización había preparado un pastel para ella. Se sacó al final del compromiso y se le pidió que lo cortara. Ella obedeció y ofreció piezas a las personas presentes".
Sobre trabajar con Kate Middleton, Rainford explica: "Es más frustrante que difícil, ya que todos los asistentes intentan llamar su atención y, a menudo, pasa junto a nosotros hablando con quien la haya recibido en el automóvil o mirando hacia la línea receptora. Puede ser bastante desafiante obtener una imagen donde ella está mirando al objetivo. Cuando obtienes una línea visual, puedes relajarte un poco y buscar diferentes imágenes durante el resto del compromiso".
Para el británico, su evento real favorito es "sin duda, el Trooping the Colour, el desfile con motivo del cumpleaños de la reina, en junio. Es lo último en pompa y ceremonia británica, las bandas masivas de la División de Guardias, los miembros de la familia real en el balcón del palacio de Buckingham... Rainford no se pierde año tras año este acto; sin embargo, su foto favorita de todas las que tiene no fue tomada ese día.
"Creo que es difícil elegir una foto de entre las miles que tomo cada año, pero posiblemente la que destaca un poco más que cualquiera es una que tomé en The King's Cup en 2019. Guillermo y Kate habían estado navegando en diferentes barcos de vela. Había visto a los niños con sus abuelos, Michael y Carole Middleton. En la entrega de premios, la pareja real trajo a los niños con ellos y en el momento en que los vimos, la multitud empezó a animar, gritar y saludar. Kate sostenía la mano de Charlotte y se agachó para decirle que saludara a la gente de abajo. Charlotte miró a las personas que saludaban y les sacó la lengua", afirma.
Para terminar, nos cuenta que "mi parte favorita de ser fotógrafo real es ver lo bien recibidos que son los distintos miembros de la familia por parte del público, tanto en el Reino Unido como en el extranjero. Las multitudes que se reúnen, a veces durante horas, para echar un vistazo a la reina o Kate nunca dejan de sorprenderme. Muestra que la familia real sigue siendo parte de la vida de las personas, y no solo en la generación anterior en Gran Bretaña. El reciente viaje a Sudáfrica con el duque y la duquesa de Sussex generó entusiasmo y había grandes multitudes esperando verlos".
"Doña Letizia se come la cámara"
José Gegúndez sigue desde hace años los pasos de la reina Letizia y se ha convertido en uno de los que mejor capta cada uno de los detalles de la Reina. "Me encanta la historia, y lo que más me atrae de ser fotógrafo real es poder documentarla, esa historia que pasa delante de mi cámara. La proclamación del Rey de España, la boda del futuro rey de Inglaterra, la primera vez que la Princesa de Asturias fue al colegio o su primera vez en un discurso ante el mundo, y que todas esas fotos que hago pasen a formar parte de la historia. También me atrae fotografiar la relación de los Reyes con la gente. La gente se vuelca en verlos en los sitios a donde van, en tocarlos, es algo que no entiendo (puede ser que yo los normalice al verlos casi a diario), pero la gente que nunca los ha visto se planta horas en primera fila para que les saluden, ver sus caras no tiene precio", relata.
El fotógrafo gallego nos cuenta una de las anécdotas que recuerda con doña Letizia. "El verano de 2019 en Palma, en el posado de Son Roig, al final del recorrido, nos dirigimos todos a la salida, era después de una foto en una terraza donde los Reyes habían observado el mar junto a sus hijas, cuando llegué a la puerta me encontré con doña Letizia y le dije: 'Majestad, pase usted'. Y ella: 'No, pasa tú'. Y yo: 'No, por favor, usted primero'. Y ella, con una sonrisa y mirando al Rey y a Leonor y Sofía, me dijo: 'Tengo que esperarles”.
"De la reina Letizia destaco su fotogenia, se come la cámara, no hace falta más, fotográficamente hablando. Como Reina, destaco su profesionalidad. Si está en un congreso de gente sorda, es capaz, por lo menos, de dar unas palabras en lengua de signos; o si va a Galicia, las primeras palabras de su discurso son en gallego, como hizo hace unos años en una reunión del Instituto Cervantes", nos explica.
Y, cómo no, su foto favorita tiene como protagonista a la Reina. "Estábamos en el Palacio Real, en una cena de gala con el presidente de Perú, este se retrasaba bastante y, en un momento dado, el picaporte por donde salen los Reyes se movió. Yo tenía la cámara lista porque siempre es el mismo protocolo, salen los Reyes, posan, llega el presidente de turno, se saludan y posan para los fotógrafos. En este caso, se asomó la Reina y solo me dio tiempo a hacer 3 disparos, de los cuales solo uno era bueno. La Reina detrás de la puerta asomando el ojo. Creo que es una foto mítica y por suerte, o como quieras llamarlo, de todos los que estábamos allí, unos 20 fotógrafos, solo la hice yo", recuerda.
Sobre cómo es trabajar con la familia real, Gegúndez asegura: "Como dice mi colega John en relación con la duquesa de Cambridge, a veces es más frustrante que difícil. La gente que la rodea en cada evento (del propio evento) no es consciente de que la prensa está allí para documentarlo y se creen más importantes incluso que la propia Reina, dando la espalda a la prensa o colocándose en posiciones que la tapan. Tenemos que agradecer muchas veces la labor de la gente de prensa de la Casa Real en esos momentos, ya que nos ayudan a realizar nuestro trabajo. Otras veces no suceden fotos porque el evento no da para ello. A veces es cuestión de suerte, estás colocado en el sitio adecuado y salta el flash de otro que ilumina tu foto y ahí la tienes. Otras veces tenemos que luchar contra los elementos para conseguir una buena foto".
En cuanto a su evento favorito, lo tiene claro: "Es la entrega de los Premios Princesa de Asturias en Oviedo y la consiguiente visita a un pueblo ejemplar del principado. La Reina siempre va espectacular el primer día y en la entrega de los premios en el teatro Campoamor. De hecho, otra de mis fotos favoritas es una que hice en el auditorio Príncipe Felipe, un retrato de la Reina. Allí, en Asturias, se les ve relajados, sobre todo en el pueblo ejemplar. Aunque somos muchos fotógrafos, cámaras y periodistas los que cubrimos los premios y siempre está pautado, porque todos los años se repiten los eventos o actos que se hacen, siempre se hacen buenas fotos".
Testigos mudos. Así podríamos definir a los fotógrafos que, día a día, siguen a los miembros de la realeza. Están allí, presentes en cada uno de los actos, con sus cámaras preparadas para no perderse detalle. Viajan de aquí para allí en busca de las mejores imágenes, pero siempre ocupan un segundo plano, ya que hablan a través de su objetivo. Pero en Vanitatis ahora les damos voz a tres de ellos.