El último mensaje del príncipe Harry a la familia real: esta es su nueva 'identidad'

Cuando el príncipe Harry volvió a Reino Unido después de varias semanas en Canadá para afrontar sus últimos compromisos oficiales antes de que el Megxit fuera un hecho, su primera cita con el público fue en Edimburgo, donde tuvo lugar el lanzamiento de Travalyst, una firma de turismo ecológico. Aquel día, su reaparición compartió protagonismo con una anécdota, ya que el duque de Sussex pidió que lo llamaran "solo Harry". Un gesto al que entonces no se le dio excesiva importancia, pero que ha resultado ser más que premonitorio.

Y es que ahora han salido a la luz los documentos de registro de esta empresa de turismo, uno de los proyectos más importantes para el príncipe Harry. Y ha llamado especialmente la atención el nombre con el que se le identifica en estos papeles, como único administrador de la firma: príncipe Harry Charles Albert David, duque de Sussex. Es decir, no hay ni rastro del apellido familiar, Windsor, ni tampoco del tratamiento de Alteza Real, que aún le correspondía en el momento de la presentación de los documentos, ya que aún no se había puesto sobre la mesa su salida de la Casa Real. ¿O sí?

Todo hace sospechar que la decisión que Meghan Markle y el príncipe Harry anunciaron en enero, llevaba pensada desde hacía muchos meses, y no solo por la 'desaparición' de su apellido de estos documentos. También la conocida primatóloga Jane Goodall ha confesado en una entrevista reciente que, cuando se encontró con la pareja el verano pasado, tuvo oportunidad de conocer a Archie, al que hizo una pequeña reverencia. "Supongo que el niño tendrá que aprender esto", dijo Goodall al príncipe Harry, a lo que el contestó con una frase que dejaba claro que tenía otros planes para él: "No, él no va a crecer así".

Dos pistas que dejan claro que las intenciones de la pareja venían de lejos y que para la comentada y polémica entrevista que concedieron a Tom Bradby en Sudáfrica, en la que se quejaban amargamente de su vida y el trato que recibían de la prensa, la decisión estaba ya tomada. Fue precisamente tras ese documental cuando se anunció que se tomarían un descanso de seis semanas, en lo que no fue sino un preludio de su nueva vida lejos de la familia real, dejando caer por el camino incluso el apellido.