El despacho de Máxima de Holanda es la antítesis del de Letizia: los analizamos

Tienen mucho en común: ambas son reinas por matrimonio, hispanoparlantes y se llevan de maravilla. Sin embargo, en lo que se refiere a estilo, doña Letizia y la reina Máxima no tienen nada que ver. Mientras la primera es sobria y sencilla, a la argentina le gusta todo lo máximo: grandes complementos, colores vibrantes, prendas imposibles... Y esos gustos tan distintos obviamente también se reflejan en sus lugares de trabajo.

Este miércoles, Máxima, como abogada especial del secretario general de las Naciones Unidas, pronunció un discurso desde su despacho. Estas imágenes nos permitían adentrarnos un poco más en Huis ten Bosch, el palacio al que los holandeses se mudaron a principios de 2019 y que remodelaron completamente a su gusto.

Y gracias a las imágenes hemos podido ver de nuevo el despacho de Máxima, quien elegía para la ocasión una blusa beis. Las paredes de la estancia están decoradas con un papel de estilo tropical con palmeras y loros, de la firma Ananbô. Frente a dos grandes ventanales se encuentra la mesa de la reina, negra con ribetes dorados y de estilo contemporáneo, que contrasta con las dos sillas, clásicas, de madera y tapizadas en azul.

Los accesorios en dorado destacan en la mesa de Máxima: desde la lámpara hasta una maximanzana. Vemos también varios marcos de fotos pero, debido a como están tomadas las imágenes, nos es imposible saber quiénes aparecen en ellas, aunque suponemos que sus tres hijas son las protagonistas. También encontramos vasos y una jarra de agua, una caja de pañuelos, un teléfono, un lapicero, varios libros y un archivador.

A la derecha hay una gran estantería con varias fotografías familiares y más libros. Otra imagen, tomada el pasado mes de abril y desde la puerta, nos permitía obtener más detalles del despacho de la reina, como que en el centro hay una clásica mesa redonda con más sillas tapizadas en azul, que contrastan con la lámpara de techo de estilo moderno. Al fondo, a la derecha, hallamos un aparador chino con varios jarrones de porcelana encima y al lado una chimenea sobre la que descansa un espejo redondo.

Como vemos, el despacho de Máxima tiene de todo. Puede gustar más o menos, pero lo que está claro es que es un fiel reflejo de su personalidad, como podría serlo también el de Letizia. Cabe recordar que, aunque la Reina tiene su propio despacho, Casa Real nunca ha compartido fotografías del espacio, y durante el confinamiento siempre la vimos trabajando en una sala del palacio de la Zarzuela que destaca por su minimalismo: todo es blanco, con luz natural y apenas hay ningún detalle, ni fotos familiares ni nada, más allá de cuatro cuadros colgados en la pared también blancos.