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Noor de Jordania, la labor en la sombra de la viuda de Hussein en plena pandemia
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Noor de Jordania, la labor en la sombra de la viuda de Hussein en plena pandemia

Muy apartada de la esfera de Abdalá y Rania de Jordania, sigue muy involucrada en el desarrollo de su país de adopción

Foto: Noor de Jordania, en una imagen de archivo. (Getty)
Noor de Jordania, en una imagen de archivo. (Getty)

Tras la muerte el 7 de febrero de 1999 del rey Hussein de Jordania después de una larga lucha contra el cáncer, la figura de la reina Noor, que tantas páginas de la crónica social había ocupado durante las décadas anteriores, en ese sentido se fue diluyendo, ante la pujanza de los nuevos reyes, Abdalá y Rania, pero también de manera deliberada, porque ha preferido mantenerse lejos del foco mediático, de tal forma que son contadas las ocasiones en las que se ha dejado ver en actos públicos que no tengan que ver con su labor filantrópica. En los últimos años ha vivido a medio camino entre el Reino Unido, Estados Unidos y su país de adopción, con el que sigue muy implicada en especial en estos tiempos tan duros de la pandemia del coronavirus.

Todos sus esfuerzos se canalizan a través de la Fundación Rey Hussein, que fundó en 1979 y que a su vez aglutina la Fundación Noor Al Hussein y ocho instituciones especializadas en diversos ámbitos, como la formación o el desarrollo y la lucha contra la exclusión social. Sin embargo, las circunstancias tan especiales que se están viviendo a consecuencia del covid-19 han hecho que los programas que tenían en marcha hayan sido modificados para dedicar sus energías a luchar contra esta situación de emergencia global. Eso sí, sin apartarse de sus principios y postulados.

placeholder Noor y Rania de Jordania, hace veinte años. (Getty)
Noor y Rania de Jordania, hace veinte años. (Getty)

Por este motivo, la fundación ha hecho un llamamiento para recibir donaciones que "ayudarán a continuar brindando acceso equitativo a oportunidades socioeconómicas, educativas, de salud y culturales para mujeres, jóvenes y marginados durante la crisis más desafiante que enfrenta el mundo". Con el dinero recaudado se pretende proteger al personal sanitario con los equipos necesarios para que puedan prestar sus servicios de la manera más segura posible, comprar test para hacer diagnósticos a las personas que están haciendo frente a la situación desde primera línea y ayudar a los familiares de los alumnos más desfavorecidos, a los que dotan de formación a través del Instituto Jubilee, que se acordó crear durante el jubileo de plata del rey Hussein en 1977 y del que la reina Noor tomó las riendas en 1984 hasta convertirlo en una realidad desde 1993. Desde entonces se dedican a encontrar a los estudiantes más brillantes y con más capacidad de liderazgo del país.

Las ayudas que promueve la reina Noor a través de la fundación también están destinadas a 500 microempresas lideradas por mujeres y jóvenes para que dispongan de liquidez durante tres meses con la que poder ir recuperando la actividad en medio de esta crisis económica generalizada. Además, han puesto a través de la Fundación Noor Al Hussein un equipo médico que está ayudando a resolver dudas por internet sobre prácticas de prevención y cómo luchar contra la enfermedad, además de dar apoyo psicológico en estas circunstancias tan complejas y anómalas.

placeholder Hussein de Jordania, en 1964. (Getty)
Hussein de Jordania, en 1964. (Getty)

Esto es solo una muestra más de sus inquietudes, que ya quedaron patentes desde su boda con el rey Hussein en 1978, pues se convirtió en patrona de la Real Sociedad Jordana para la Conservación de la Naturaleza y su actividad fue incesante desde entonces. A través de esta organización no gubernamental, la primera de estas características en Oriente Medio, con la que, entre otras cuestiones, ha luchado para proteger especies marinas en peligro de extinción y ha peleado para que se implementen medidas para mantener las playas limpias, ha encontrado su voz para convertirse en una de las más respetadas en estas luchas.

Su labor humanitaria no ha decaído en estos años, al igual que la de su ‘rival’, Rania de Jordania, con quien no se le atribuye la mejor de las relaciones, sobre todo desde que su primogénito, Hamzah, fuera apartado del primer lugar de la línea sucesoria para poner en su lugar al príncipe Hussein, hijo del actual monarca. También ha estado muy concienciada en la lucha contra las minas antipersona, una causa que también abrazó la recordada Diana de Gales; sigue luchando por la erradicación de las armas nucleares a través de la organización Global Zero, de la que fue fundadora en 2008, y ha tomado particular conciencia de la importancia de la educación como instrumento para acabar con las desigualdades sociales en la Asociación Colegios del Mundo Unidos, de la que es presidenta desde 1995.

[LEE MÁS: Hussein de Jordania, el hijo de Rania que saca pecho ante el coronavirus]

placeholder Noor de Jordania, en una conferencia de Unicef en 2011. (Getty)
Noor de Jordania, en una conferencia de Unicef en 2011. (Getty)

Elizabeth (Lisa) Najeeb Halaby, verdadero nombre de la reina, antes de adoptar el actual, que significa ‘la luz de Hussein’, había sido cuando menos contestataria desde una edad muy temprana. Así, en su juventud, en Estados Unidos, se manifestó activamente contra la guerra de Vietnam, y ahora, con el poso y el peso que le han dado sus años y su posición, se ha mostrado especialmente combativa contra la Administración Trump tras la retirada de Estados Unidos en 2017 del Acuerdo de París contra el cambio climático: “Creo que es extremadamente corto de vista. Me digo a mí misma constantemente que no solo el presidente sino también la gente que le rodea son responsables de esta decisión, y no les preocupan nuestros hijos y sus propios hijos, así como el tipo de vida que van a tener", ha manifestado.

Son tantas las causas que ha abrazado y las vivencias que ha tenido en sus 68 años de vida que hasta se queda corto su libro de memorias 'Leap of Faith: Memoirs of an Unexpected Life', que publicó en 2003 con una tirada inicial de 200.000 ejemplares y que arrasó en el mercado editorial. También contribuye a ello su hermetismo sobre su vida personal y sentimental, de la que solo trascendió una relación de amistad con el multimillonario mexicano Carlos Slim, en la que algunos quisieron ver algo más, pero el tiempo demostró que estaban equivocados.

Tras la muerte el 7 de febrero de 1999 del rey Hussein de Jordania después de una larga lucha contra el cáncer, la figura de la reina Noor, que tantas páginas de la crónica social había ocupado durante las décadas anteriores, en ese sentido se fue diluyendo, ante la pujanza de los nuevos reyes, Abdalá y Rania, pero también de manera deliberada, porque ha preferido mantenerse lejos del foco mediático, de tal forma que son contadas las ocasiones en las que se ha dejado ver en actos públicos que no tengan que ver con su labor filantrópica. En los últimos años ha vivido a medio camino entre el Reino Unido, Estados Unidos y su país de adopción, con el que sigue muy implicada en especial en estos tiempos tan duros de la pandemia del coronavirus.

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