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Telma Ortiz, de la macropamela a la macrodemanda: por qué no quiso (o no pudo) ser una Pippa Middleton
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ES LA HERMANA DE LETIZIA

Telma Ortiz, de la macropamela a la macrodemanda: por qué no quiso (o no pudo) ser una Pippa Middleton

La hermana de la Reina ha fluctuado entre el anonimato relativo y el protagonismo mediático, etapa en la que se encuentra en estos momentos junto a Robert Gavin

Foto: Telma Ortiz, en la boda de los Reyes. (Cordon Press)
Telma Ortiz, en la boda de los Reyes. (Cordon Press)

La boda del príncipe Felipe y la periodista Letizia colocó en primera línea informativa a su familia. Han pasado 16 años y una de las mujeres, no reales, que acaparó el interés en esas fechas fue Telma Ortiz. Muchos años después sucedería lo mismo con Pippa Middleton, hermana de la duquesa de Cambridge. A diferencia de la cuñada del príncipe Guillermo, que mantiene su vida en un perfil alto, parecía que Telma prefería ser anónima. Así fue durante un tiempo. Su aparición en la fiesta previa a la boda real en el palacio de El Pardo causó sensación. Vestida con un traje de gasa con tirantes verde pistacho y unos pendientes prestados, fue una de las mujeres más atractivas de la recepción. Esa noche compartió mesa con Iñaki Urdangarin y Rodríguez Zapatero. Uno a la izquierda y otro a la derecha.

Al día siguiente volvió a impactar con un estilismo monocromático en rosa y una pamela importante. Parecía que no le importaba la fama colateral y hubo varios reportajes (antes y después) en los que aparecía posando en la boda de su padre y otro cabalgando por tierras asturianas, muy al estilo de la serie televisiva 'Pasión de gavilanes'. En esa época aparecieron informaciones en la prensa extranjera que la relacionaban con Alberto de Mónaco. Un bulo que no tenía base de ningún tipo y tal como apareció se fue.

placeholder Telma y su madre. (Cordon Press)
Telma y su madre. (Cordon Press)

Hasta ese momento, la hermana mediana era una chica con un buen currículum que, como sucedió con Jaime de Marichalar, hubo interés en hinchar. Licenciada en económicas, trabajaba como profesional en la Cruz Roja con un sueldo como el del resto de empleados en su misma situación y con desplazamientos estacionales a las localidades en las que había que planificar los proyectos. Nunca tuvo que estar en primera línea en lugares de conflicto porque ese no era su papel.

El posado y la demanda

Llegó al mundo mediático cuando posó con la familia real en la foto oficial la mañana de la presentación de la periodista Letizia Ortiz como prometida del heredero. Ese día ya se le hizo un perfil. De las tres hermanas, era la más guapa. De hecho, en el barrio de Madrid en el que vivían y en Oviedo las tenían catalogadas de la siguiente manera: la lista (Letizia), la guapa (Telma) y la bohemia (Érika).

Hace tiempo que Telma Ortiz Rocasolano cambió las fichas de su vida. Durante unos años quiso ser personaje anónimo e incluso interpuso una macrodemanda a más de cincuenta medios. Algunos de ellos, sin ninguna capacidad informativa ya que eran revistas especializadas que lo único que tenían en común con sus hermanas de papel era compartir editorial. Nada más. Perdió en todas las instancias y tuvo que pagar las costas de un juicio que, salvo su familia, nadie llegó a entender. Fueron cerca de 45.000 euros que algunos medios perdonaron.

placeholder Telma Ortiz y Enrique Martín Llop, llegando a los juzgados de Toledo. (Condon Press)
Telma Ortiz y Enrique Martín Llop, llegando a los juzgados de Toledo. (Condon Press)

Hubo un momento que esta crispación llegó también al palacio de la Zarzuela. El príncipe Felipe tenía encuentros privados con periodistas y, en varias ocasiones, la consorte real hacía sus apariciones para comentar la reclamación cósmica de su hermana. Pepe Oneto contó, tiempo después, lo chocante de esas entradas imprevistas en las que el hoy rey Felipe pedía a su mujer mesura ante la prensa. Hubo un antes y un después de esa petición legal que, según todos los expertos, tenía poca posibilidad de prosperar, como así fue.

Estabilidad emocional

Desde ese 22 de mayo de 2004, el historial de vida de Telma Ortiz ha ido fluctuando. Unas veces con ganas de desaparecer y otras, todo lo contrario, como esta última etapa con su novio Robert Gavin, exmarido de la violinista irlandesa del grupo The Corrs y gran amiga suya.

placeholder Telma y su pareja, en el teatro Campoamor. (EFE)
Telma y su pareja, en el teatro Campoamor. (EFE)

Ya como pareja estable aparecieron en el teatro Campoamor el día del debut de la Princesa de Asturias. Hasta ese momento ninguna de las parejas había aparecido públicamente en un acto institucional como fue el de Oviedo con la presencia del jefe del Estado, la reina Letizia, las niñas Leonor y Sofía y la Reina emérita. Los novios posaron en una foto de familia con algunos premiados, la hermana y las sobrinas reales. Con esa imagen, Telma Ortiz demostraba que, de nuevo, quería un perfil influyente.

La boda del príncipe Felipe y la periodista Letizia colocó en primera línea informativa a su familia. Han pasado 16 años y una de las mujeres, no reales, que acaparó el interés en esas fechas fue Telma Ortiz. Muchos años después sucedería lo mismo con Pippa Middleton, hermana de la duquesa de Cambridge. A diferencia de la cuñada del príncipe Guillermo, que mantiene su vida en un perfil alto, parecía que Telma prefería ser anónima. Así fue durante un tiempo. Su aparición en la fiesta previa a la boda real en el palacio de El Pardo causó sensación. Vestida con un traje de gasa con tirantes verde pistacho y unos pendientes prestados, fue una de las mujeres más atractivas de la recepción. Esa noche compartió mesa con Iñaki Urdangarin y Rodríguez Zapatero. Uno a la izquierda y otro a la derecha.

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