Corinna vuelve al ataque: su entrevista en tv con el rey Felipe como su nueva víctima

Parece que Corinna Larsen ha cogido carrerilla y no hay quien la pare en lucha contra la Casa Real, especialmente contra don Juan Carlos. La que fuera amiga especial del Rey emérito y hasta hace poco una persona absolutamente misteriosa de la que no se conocía ni su paradero, se ha convertido en el azote de Zarzuela. Y después de sus ataques a su examigo, tiene un nuevo objetivo, el rey Felipe. Así lo ha hecho ver en la primera entrevista que ha concedido para una televisión de nuestro país, concretamente la ETB2 del País Vasco, para el programa '360 grados'.

El programa, que se emitía este mismo domingo bajo el título 'El virus de la Corona', tenía como objetivo repasar las supuestas irregularidades financieras del rey Juan Carlos que está investigando la justicia suiza. Y para eso, han contado con el propio testimonio de Corinna, que también estaría siendo investigada como testaferro de los mismos negocios. La alemana contraatacaba al verse contra las cuerdas por la justicia, denunciando una campaña de desprestigio y acoso contra ella que ha detallado en el programa: "He recibido amenazas de muerte, estoy bajo vigilancia constante, estas personas trataron de separarme de mis hijos y destruir mi red de relaciones. Mis casas han sido forzadas, me han enviado mercenarios, me han robado documentos personales y se ha emprendido una campaña de desinformación para destruir mi reputación", cuenta para el programa.

Una campaña que, de nuevo según ella, se inició con la excusa de que la alemana poseía documentos muy comprometedores para el Estado: "Ciertas personas en la Casa Real y los servicios secretos en España crearon la ficción de que poseo amplios secretos de Estado para justiticar su campaña abusiva contra mí y mis hijos durante ocho años. Una campaña que continúa hoy y que está diseñada para encubrir la maldad de otros. Alguien tuvo que firmar los fondos significativos necesarios para esta operación".

Estos métodos habrían sido llevados a cabo por los servicios secretos españoles, siempre según la propia Corinna, con el consentimiento de la Casa Real, que ha hecho oídos sordos a las quejas y solicitudes que les ha trasladado durante estos años: "Nos hemos comunicado con la Casa Real muchas veces a través de canales formales para pedirles que pongan fin a la campaña de abuso. Está en poder de la familia real detener esto, pero han decidido no hacerlo, una decisión que habla por sí sola. El camino legal ahora es inevitable".

Corinna pone, además, el foco en el rey Felipe, quien aparecía como segundo beneficiario de la fundación panameña Lucum, el centro del entramado de las operaciones supuestamente ilegales del rey Juan Carlos y que supuso la decisión de don Felipe de retirar la asignación anual de su padre, además de renunciar a la herencia que no tuviera un origen completamente transparente. La alemana asegura que se comunicó por carta con el actual monarca para que detuviera la campaña contra ella, además de ponerle al tanto sobre la fundación Lucum, a modo de cortesía. Esta carta se enviaba 38 días antes del comunicado del rey Felipe. Y esta vez, la respuesta de Casa Real no tardó en llegar, aunque probablemente no era la que ella esperaba: "Dijo que ninguno de los asuntos que planteábamos le preocupaba".