Era Felipe y Letizia, año VI: una gran traba, un reto próximo y una 'pequeña' esperanza

19 de junio de 2014. Una fecha que ya aparece en los libros de historia. Don Felipe, nacido con la condición de heredero del trono, se convertía en Rey de España cumpliendo así con su destino. Tras la abdicación de don Juan Carlos tan solo un día antes, Felipe VI pronunciaba un discurso inaugural en el Congreso de los Diputados. Aquel día, ofreció a los españoles "una monarquía renovada para un tiempo nuevo".

Una promesa que llegaba después del estallido de Nóos y de los escándalos de su padre, tanto con el accidente de Botsuana como con su relación de "entrañable amistad" con Corinna. El Rey quiso aquel día asegurar que él no aceptaría durante su reinado ningún comportamiento que no fuera ejemplar en un intento por devolver a la Corona el esplendor perdido con tantas polémicas.

Durante estos seis años que han pasado, don Felipe y doña Letizia han estado luchando por ello: para apartar cualquier escándalo de su camino. Aunque a veces con menor que mayor éxito -ya que el rifirrafe entre ambas Reinas en la catedral de Palma supuso un inesperado tsunami para la institución-, los Reyes han querido centrarse en su trabajo, y para ello se han distanciado de toda la familia.

Pero ahora que parecía que todo iba calmándose, tras el ingreso de Urdangarin en la cárcel y la jubilación del emérito, un nuevo revés ha puesto a Felipe VI en la misma situación, una traba con nombre y apellido, Juan Carlos de Borbón y Borbón, que el Rey afronta con resignación. En el mes de marzo, el monarca renunciaba a la herencia de su padre tras conocer -un año antes- que era beneficiario de una de las fundaciones de origen opaco bajo la lupa de la Justicia sueca.

Además, hace escasas semanas se conocía que la Fiscalía del Tribunal Supremo está investigando a don Juan Carlos por unas comisiones irregulares del AVE de La Meca. Día sí y día también, el Rey emérito aparece tanto en medios nacionales como internacionales: el último, el prestigioso diario británico 'The Times', que llevaba en su portada de este jueves al padre de Felipe VI con el titular "Dinero, sexo y el escándalo que está dejando en shock a España".

Nos encontramos, pues, en medio de un huracán en el que prestigio de la Corona está muy en duda. Y a Felipe no le queda otra que volver a empezar, volver a luchar contra viento y marea contra los escándalos de sus familiares. Por ello, la Casa Real ya tiene un plan para intentar suavizar la tensión, y es que los españoles veamos a don Felipe y doña Letizia constantemente.

La crisis del coronavirus, que ha coincidido con la del rey Juan Carlos, no ha permitido a los Reyes dejarse ver, algo totalmente necesario para que el público los quiera. Pero a partir de este lunes, cuando el estado de alarma llegue a su fin, Zarzuela lo tiene ya todo preparado para una gira que llevará a Sus Majestades por todas las comunidades autónomas.

Un reto de gestión y comunicación muy necesario para Felipe VI, que aunque tiene un panorama muy difícil, ya que las informaciones sobre su padre no han hecho más que empezar a salir, también tiene una 'pequeña' esperanza: Leonor. A sus 14 años -cumplirá 15 el 31 de octubre-, la Princesa de Asturias ya siente sobre sus hombros el peso de la Corona, pues es consciente de su destino y está viendo en su propio padre lo que supone ser el jefe del Estado.

Tanto Leonor como la infanta Sofía -que también despierta un gran interés entre los españoles- son el futuro de la institución y la imagen limpia que tanto necesita ahora mismo la familia real. Los Reyes lo saben, y por ello las apariciones de las dos jóvenes van a ser cada vez más constantes.