La imagen más esperada: Leonor y Sofía, fuera de Zarzuela (por fin)

Han pasado cuatro meses y medio desde que viéramos a Leonor y Sofía por última vez en un acto público, concretamente en la ceremonia de apertura de la XIV Legistatura. Desde entonces, las habríamos visto varias veces más si no hubiera sido porque la pandemia entró en nuestras vidas, confinando a las dos hijas de los Reyes en el palacio de la Zarzuela. Nos tuvimos que conformar con sus citas telemáticas en el Día del Libro y su aparición fugaz para guardar un minuto de silencio junto a sus padres por las víctimas del covid-19. Pero este viernes, por fin, han vuelto a la agenda. Lo han hecho junto a don Felipe y doña Letizia en los Teatros del Canal para asistir a un espectáculo de baile, 'Flamenco Avenue', de la bailarina Sara Calero.

Ni la excusa ni la fecha han sido casualidad. La idea es que desde Casa Real se impulse la recuperación de la agenda cultural de Madrid. Y qué mejor reclamo que la princesa Leonor y la infanta Sofía, foco de atención asegurado. Pero la fecha tampoco ha sido aleatoria. Este viernes se cumplen seis años desde que el rey Felipe asumiera el trono y, por tanto, de que su primogénita se convirtiera en Princesa de Asturias. Y aunque no puede considerarse una celebración como tal, al menos ha servido para recordar un aniversario muy especial para la familia.

Los cuatro han recorrido a pie la explanada que se extiende frente al edificio de los Teatros del Canal y han esperando pacientemente la cola para poder entrar, además de tomarse la temperatura antes de acceder, como medida de prevención de contagio del covid-19, tal y como han hecho el resto de asistentes. Tanto Leonor como Sofía han sido muy fieles a su habitual estilo, con vestido y bailarinas, aunque siguiendo la tendencia de la que le hablamos hace unos días en Vanitatis. Parece que han dejado ya a un lado la ropa de líneas más infantiles para apostar por modelos más sofisticados.

En el caso de Sofía, ha escogido un vestido tipo ibicenco en color blanco, que parece ser su color favorito, ya que es bastante habitual que lleve prendas claras. Unas bailarinas doradas y el pelo suelto remataban su look. Su hermana, en cambio, se ha ido hacia los colores oscuros, con un vestido de punto con un curioso efecto óptico, que combinó con unas bailarinas negras, con un pequeño adorno dorado en la parte delantera.

Por supuesto, las dos hermanas iban, como sus padres, provistas de mascarilla, pero también se han mostrado de lo más previsoras, llevando ambas una chaqueta en el brazo para protegerse del frío nocturno y del aire acondicionado -a veces traicionero- del interior de la sala.