A vueltas con la corona: Meghan Markle y Harry vuelven a liarla (esta vez, por carta)

Poco a poco, parece que Meghan Markle y el príncipe Harry están consiguiendo su objetivo al renunciar a su vida institucional: la consecución de una anhelada privacidad que han encontrado en Los Ángeles y en la exclusiva mansión donde se alojan desde el pasado mes de marzo. Pero no pueden evitar que se analice con lupa cada detalle de lo poco que se ha ido sabiendo de ellos en estos meses, por muy lejos de Buckingham que estén. Y lo último ha sido una carta a la organización Street Games, una entidad benéfica que ayuda a través del deporte a chavales de comunidades necesitadas.

Pues bien, el contenido de la carta, en el que los Sussex valoran y agradecen la labor de la entidad durante estos meses de pandemia, se ha quedado en un segundo plano. Lo que más ha llamado la atención de los haters ha sido que en su monograma -una H y una M entrelazadas- sigue apareciendo la corona que adornaba su logotipo original, a pesar de su reciente salida de la Casa Real. Algo que ha indignado a los más inquisitivos, que no han dudado en exigir a través de las redes que quiten esa corona del monograma, tal y como correspondería a la decisión que han tomado de alejarse de su vida royal.

No faltan los que se toman el asunto tirando de ironía: "Probablemente hayan usado todo ese papel con membrete. Sería una pena desperdiciarlo... ya sabes... tratando de ahorrar dinero a los contribuyentes británicos y todo". Pero los hay mucho más radicales: "Tienen que quitar ya la corona de ese logo". Para otra tuitera, el verdadero problema es que ellos intentaron en su momento registrar el monograma y comercializarlo como marca registrada, por lo que cualquier uso de él ya queda en entredicho, tal y como ha sucedido en esta ocasión.

Pero lo cierto es que, por mucho que se les critique, Meghan Markle y el príncipe Harry tienen todo el derecho a lucir la corona en su logotipo. El motivo es que no es una corona que indique ni su estatus ni su vínculo con la institución: es simplemente el símbolo con el que se representa a los descendientes del actual heredero, tal y como anunció Buckingham tras su boda: "También se ha asignado una corona a la duquesa de Sussex. Es la corona establecida por una Real Orden de 1917 para los hijos e hijas del heredero aparente. Es compuesto de dos cruces paté, cuatro flores de lis y dos hojas de fresa". Y Harry, aunque no tenga ya vida pública, sigue siendo hijo del príncipe Carlos, por lo que tanto él como su mujer siguen teniendo la libertad de utilizarla. De hecho, tanto la princesa Diana como Sarah Ferguson emplearon la corona en sus monogramas años después de sus respectivos divorcios, incluso, como Meghan y Harry, habiendo perdido el tratamiento de alteza real.