Iñaki Urdangarin podrá disfrutar de seis días de permiso a partir de este viernes

La nueva normalidad ha llegado ya a la vida de Iñaki Urdangarin. El preso más famoso de España podrá disfrutar de un nuevo permiso en las próximas horas, un permiso carcelario que le había sido concedido antes del estado de alarma y que por razones obvias no pudo realizar. El marido de la infanta Cristina tiene por delante seis días enteros para ir a cualquier sitio, aunque fuentes penitenciarias confirman a Vanitatis que "lo más posible es que vaya a donde siempre ha ido", algo con lo que coinciden quienes conocen al exduque de Palma.

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"No lo dudes, irá a Vitoria", nos dicen desde su entorno. Lo más posible es, pues, que Urdangarin viaje hasta la capital alavesa, ya que el fin del estado de alarma permite los viajes entre comunidades autónomas. Y que una vez allí, además, se encuentre con su mujer y sus hijos, que terminan las clases justo este mismo viernes, 26 de junio, el mismo día en el que Iñaki puede empezar a paladear su permiso.

Al estar en una cárcel femenina, Urdangarin vive aislado, por lo que no tendrá que hacer cuarentena, algo que sí deberán hacer otros presos. Instituciones Penitenciarias mandó este jueves las instrucciones para informar a todos los centros penitenciarios cómo deben afrontar la nueva normalidad. "Cada centro y cada preso serán evaluados de manera individual. Algunos presos deberán pasar una cuarentena antes o después de salir de prisión, otros no. Dependerá, decimos, del centro y del preso en concreto", nos cuentan.

Lo que por el momento no podrá hacer es volver al centro de discapacitados donde ejercía labores de voluntariado. En el Hogar Don Orione, situado en Pozuelo (Madrid), hay personas de alto riesgo y los voluntarios, por el momento, no están volviendo, tal y como señalan desde el centro.

Es el tercer permiso

Este es el tercer permiso del que puede disfrutar el marido de doña Cristina desde que entrara en prisión, hace ya dos años. El primero fue las pasadas Navidades, en Vitoria, momento en el que se reencontró con su familia al completo por primera vez desde su reclusión. En aquel permiso, tanto la Infanta como su marido se mostraron ante los medios de comunicación, felices y relajados, un respuesta clara a quienes insisten en que pasan por un mal momento.

Porque ambos están seguros de que el futuro siempre será mejor de lo que han sido los últimos años. Y además ven cerca el final, aunque las últimas decisiones judiciales no se lo están poniendo tan fácil como esperaban. Porque la Audiencia de Palma revocó los permisos mensuales que el juez de Vigilancia Penitenciaria le había otorgado a principios de año por los que podía salir de prisión dos fines de semana al mes. Tanta era la convicción de Urdangarin de que el viento soplaba a su favor que pidió incluso pasar alguno de estos permisos en Ginebra, algo que hubiera sido insólito y que fue rechazado por el juez.

Siempre Vitoria

Su segundo permiso fue en febrero y volvió a ser en Vitoria, en un momento en el que la familia intentó pasar más desapercibida ante la prensa y los curiosos, algo que consiguieron a medias. Ahora podrá volver con los suyos y convertirse, de nuevo, en una de las imágenes más buscadas del momento.

El marido de la Infanta tiene 36 días de permiso al año, con un tope máximo de siete días de duración por cada permiso, tal y como informan desde Instituciones Penitenciarias. Urdangarin cumple condena de seis años y 10 meses de prisión por malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias en el caso Nóos.