La traición de un amigo de la familia a Victoria de Suecia (y el enfado de Daniel)

No es muy habitual que la familia real sueca esté de actualidad por titulares negativos. Pero esta vez no han podido evitar que el nombre de Victoria de Suecia se haya asociado a una historia un tanto desagradable que acaba de vivir la heredera. Y es que la princesa ha sufrido la traición de una persona muy cercana a la familia, en la que todos los Bernadotte confiaban. Todos menos uno, ya que según apuntan los medios de comunicación del país, nunca fue del agrado del príncipe Daniel, que además está muy enfadado por la falta de respeto hacia su esposa.

Hablamos del periodista Roger Lundgren, cronista especializado en la familia real y muy cercano sobre todo a la reina Silvia. Él es uno de los responsables del documental que la esposa del rey Carlos Gustavo protagonizaba hace solo unos meses sobre su trabajo en la fundación World Chilhood y en el que también participaba la princesa Magdalena. Además, sus conexiones reales no se quedan dentro de las fronteras suecas. Además de ser una enciclopedia andante de las casas europeas, ha llegado a tomar el té con el príncipe Carlos y Camilla.

Pues bien, este periodista ha cometido el error de publicar en sus redes sociales una dedicatoria que le escribió la princesa Victoria junto con una foto de su boda, y que Lundgren compartió con motivo del décimo aniversario de bodas de la pareja. Y aunque en principio la publicación no tenía mala intención y no tenía otro propósito que el de mostrar su orgullo por el cariño con el que le trata la familia real, la publicación no ha sentado bien, no solo porque era una dedicatoria personal y privada, sino porque otros compañeros de profesión pueden tomarlo como un agravio comparativo y pensar que Lundgren tiene trato de favor con los Bernadotte.

Así, algunos medios como 'Stoppa Pressarna' aseguran que la familia está bastante decepcionada, ya que no se lo esperaban. A excepción del príncipe Daniel que, como decíamos, siempre miró con recelo al cronista real y había avisado en más de una ocasión a su esposa de que no le parecía una persona de fiar. Así que parece que el tiempo ha dado la razón al heredero consorte, que, no por confiar en el periodista ciegamente, está menos enfadado.